(Foto: El Comercio)
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Angus Laurie

El diseño para la iluminación pública es toda una especialización en sí misma. Para cada lugar, la estrategia de iluminación puede depender de una variedad de factores.

El ancho de la calle, el ancho de las veredas, si la calle funciona más para el movimiento de los autos o como un paseo peatonal, la cantidad de árboles, la presencia de monumentos históricos y la altura de los edificios son algunos factores que pueden influir en el diseño, y en particular, en los tipos de alumbrado público que uno utiliza.

En el contexto internacional, existen estándares que especifican el tipo de faroles para ser ubicados en relación al tamaño de las vías. Una vía colectora puede ser iluminada con una potencia de 8 a 12 lux (un lux es equivalente a un lumen por metro cuadrado), mientras zonas peatonales pueden tener un promedio menor, como 5 lux.

Por otro lado, un farol estándar para carreteras debe tener un poste que mide entre 12 y 15 metros de altura. En avenidas colectoras, esto se reduce a 10 metros. Para calles más orientadas hacia peatones y ciclistas, los postes son de 5 a 6 metros de altura.

Cada caso es distinto, pero los lineamientos tienen una lógica clara. Para las plazas, calles históricas y lugares orientados hacia los peatones, la utilización de faroles bajos y más suaves reflejan la escala del ser humano, creando un lugar agradable para caminar en la noche.

En las carreteras, los faroles altos reducen el brillo de las luces en los parabrisas de los autos. Cuando un chofer se acerca a un farol, su techo se protege de la luz directa, mientras la calzada está bañada en luz.

Las réplicas de faroles históricos también tienen un rol importante en mantener el carácter de los barrios patrimoniales, pero no son las más adecuadas para otros lugares.

En Nueva York, por ejemplo, las réplicas de faroles históricos solamente pueden ser utilizadas en “distritos designados como históricos o barrios con un tejido patrimonial sustancial e intacto”.

En otras zonas no son permitidas, justamente porque el alumbrado público contemporáneo es más económico y tiene una mayor consideración en su diseño por factores como la contaminación de luz y el brillo.

Dado esto, fue chocante ver cómo este año la Municipalidad Distrital de Chorrillos ha llenado el tramo de la avenida Huaylas que pasa por los Pantanos de Villa con réplicas de faroles históricos, a menos de cinco metros en altura.

Dada su ubicación en una vía con el tamaño y la velocidad de tráfico que tiene este tramo, estos faroles son completamente inadecuados bajo cualquier estándar de diseño.

¿Cuánto más costó reproducir estas réplicas de faroles de fierro deficientes, en lugar de hacer unos que cumplieran con los estándares adecuados para ese lugar? 

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