incendio en las malvinas
incendio en las malvinas
Jorge Malpartida Tabuchi

Los contenedores donde quedaron atrapadas personas durante el incendio en un edificio comercial de Las Malvinas fueron armados pieza por pieza y durante las noches, según denunciaron a El Comercio comerciantes que tienen sus puestos en la zona.

Pese a que el alcalde de Lima, Luis Castañeda, declaró que estas estructuras metálicas no se habían instalado durante su gestión, los comerciantes con los que conversó este Diario dijeron que estas estructuras tienen menos de un año de antigüedad.

“Incluso algunos fueron construidos en enero de este año y otros el mes pasado. Nosotros no los hemos visto trabajando porque cerramos a las 8 p.m. Pero al otro día cuando abríamos las tiendas en la mañana aparecía otro contenedor en el techo”, dijo Karina Torero, propietaria de uno de los puestos de la galería Nicolini.

Una comerciante que habita en un edificio ubicado frente a la galería dijo que los obreros que soldaban estos contenedores se amanecían trabajando en la azotea. Incluso, unos días antes del incendio estuvieron instalando un armazón de fierro.

El presidente del centro comercial Nicolini, Hugo Sulca, señaló que a fines del 2016 ya habían detectado la colocación de estas estructuras ilegales en la azotea del edificio. Por esta razón, conversó con los representantes de la empresa Inversiones JPEG S.A.C. Como no detuvieron las obras, según Sulca, hasta en tres ocasiones enviaron a la empresa documentos para que retirara los contenedores.

“El último escrito lo mandamos luego de que el 9 de junio la Municipalidad de Lima clausurara el almacén de JPEG [tercer y cuarto piso del edificio]. Advertimos el riesgo que significaban estos contenedores, pero nuevamente no nos hicieron caso”, informó Sulca.
En la azotea del edificio existen al menos una veintena de estos depósitos metálicos, distribuidos en bloques de tres y cuatro niveles.

En una de estas cajas de metal fueron encerrados Jovi Herrera y Jorge Luis Huamán, dos de las personas que desaparecieron durante el incendio.


—Ingresaron a la galería—
El incendio que se inició el jueves ha movilizado a cientos de bomberos. Al cierre de esta edición, el fuego en la galería Nicolini había sido controlado, pero no extinguido. Aún no hay noticias de las personas que quedaron atrapadas.

El vicecomandante departamental de Lima del cuerpo de bomberos, Claudio Sáenz, explicó que aún deben apagarse los puntos de fuego en el interior de las tiendas para que las llamas no sigan avivándose. En toda la galería existen unos 1.800 puestos. Según Sáenz, anoche un 20% de estos todavía seguía ardiendo.

Ayer ingresaron los primeros grupos de bomberos con líneas de agua, tanques de oxígeno y sierras para cortar el metal. La estrategia será romper las puertas de las tiendas y atacar directamente el fuego, ya que los chorros lanzados desde el exterior por las máquinas solo penetran entre cinco y diez metros dentro del edificio. Estos trabajos serán de alta peligrosidad debido a que en el interior se detectaron temperaturas de hasta 400 °C.

El control de esta emergencia ha demandado un enorme volumen de agua. Jaime Luy, gerente de Servicios Centro de Sedapal, indicó que durante las primeras 48 horas del incendio se abasteció a los bomberos con casi 9 mil m3 de agua a través de las tuberías. Este volumen equivale a unas 576 cisternas. “Un incendio regularmente demanda la décima parte de agua. Sin duda, este es una emergencia de gran magnitud”, dijo Luy.

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