(El Comercio)
Jorge Malpartida Tabuchi

El incendio en la galería Nicolini de Las Malvinas es uno de los más complejos que han atendido los bomberos en los últimos años. Desde el jueves al mediodía los hombres de rojo intentan apagar el fuego en este edificio comercial de cinco niveles que, además, tiene en su azotea bloques de contenedores de metal.

Pese a que se lleva trabajando más de 120 horas, aún las llamas no han sido extintas del todo. Las explosiones generadas por los materiales inflamables que se guardaban dentro del recinto propagaron el incendio en todas las direcciones, complicando así las labores.

El vicecomandante departamental de Lima del cuerpo de bomberos voluntarios, Claudio Sáenz, explicó que en cada uno de los pisos del edificio siniestrado se formaron cientos de pequeños incendios que deben ser apagados uno por uno.

“En cada piso hay entre 120 y 150 stands. Dentro de estas tiendas hay material peligroso que sigue ardiendo y que no ha podido ser apagado con los chorros de agua que lanzamos desde el exterior con máquinas”, señala el vicecomandante.

Por esta razón, los bomberos están ingresando a pie a los pisos de la galería para extinguir las llamas de manera directa dentro de los stands. Así el incendio ya no seguirá propagándose.

MÉTODO DE TRABAJO
Cada grupo de trabajo está conformado por cinco agentes, equipados con líneas de agua, sensores térmicos, tanques de aire, cortadoras eléctricas y otras herramientas.

Los equipos con oxígeno les permiten estar adentro hasta una hora, pero este puede consumirse más rápido según la condición física del bombero o el esfuerzo que realice durante las labores.

Según Sáenz, una vez que ingresan a la galería los bomberos identifican puntos de calor en una de las tiendas, realizan cortes para penetrar en la estructura de metal y luego, atacan el fuego con las mangueras hasta extinguirlo.

Con esta estrategia ya se controló al 100% los dos primeros niveles del edificio. En el tercer piso se tenía un avance de más del 50%.
Los bomberos buscan apagar el incendio en su totalidad para habilitar una ruta de acceso segura para los fiscales y policías. Estas autoridades darán legalidad al proceso de búsqueda de los jóvenes desaparecidos que quedaron atrapados en los contenedores del techo.

POCO PERSONAL
Otra de las dificultades para terminar de apagar el incendio es la falta de personal. Cuando comenzó la emergencia más de 400 bomberos acudieron al lugar. Ayer por la noche solo unos 60 bomberos conformaban los grupos para combatir las llamas dentro del edificio.

En ese momento, el comandante de Lima Centro del cuerpo de bomberos, Alejandro León, dijo a Canal N que requerían más agentes para culminar los trabajos.

“Necesitamos mínimo 150 hombres. Esto facilitaría la labor de remoción y extinción de todos los pisos. Así se podría formar más grupos para trabajar”, precisó.

Debido a que la emergencia lleva más de cinco de días, la mayoría de bomberos voluntarios tuvieron que regresar a sus trabajos ya que no siempre sus empleadores les brindan facilidades para ausentarse.
El comandante León explicó que con el poco personal que tienen ahora el incendio recién podría apagarse del todo este miércoles.

Contenido sugerido

Contenido GEC