LILIA CÓRDOVA TÁBORI

De niño, Juan Diego siempre tenía a la mano una libreta y un lapicero. Con ellos creaba sus propios mundos. En la adolescencia, sus amigos mayores lo ayudaban a colarse en las discotecas miraflorinas. De allí vendría su gusto por la música ochentera y tendría sus primeros acercamientos con la imagen.

MIRA EN IMÁGENES EL TRABAJO DE JUAN DIEGO VERGARA

¿Crees que si no fuera por la música no hubieras sido artista? Toda mi vida he coleccionado discos de la década del 80. En el colegio escuchaba música new wave, punk y post punk. Desde chiquillo iba a discotecas de estética ‘under’ como Nirvana que estaba muy cerca a Tarata. Ahí te pasaban los fanzines que eran una especie de revistas fotocopiadas. Fueron los años donde las bombas eran pan de cada día. En mi muestra Archivo Collage hay una frase que resume esa época: “Bailábamos rock no comercial entre bombas y apagones”.

¿Qué es el Archivo Collage? Es un trabajo testimonial en torno a la estética de los ochenta a través de las portadas de fanzines, carátulas de caset y discos del movimiento rock subterráneo. Armé un imaginario colectivo de una época mezclando lienzos y fotocopias sobre la pared.

¿Por qué viajas a Francia? En el 2008, postulé para participar en un nuevo establecimiento artístico auspiciado por la Municipalidad de París. El proyecto consistía en abrir tu taller al público para que colaboren con tu obra.

¿Qué lograste con eso? Maté el ego de artista. Ni bien empecé la residencia comenzaron a llegar personas de todas las edades con pósteres, afiches y discos. Sacaba fotocopias y los pegaba en la pared. Mi taller era un salón de clases donde las personas completaban lo que iba pintando. Incluso me escribían insultos. Este local se abrió con los impuestos de los vecinos. Por eso no estaban de acuerdo.

Esta obra fue efímera Sí, eran hojas con testimonios. Recuerdo que dibujé un bebito punk para que la gente lo coloree. Muchos de estos adultos estuvieron en ese movimiento y por eso venían con sus hijos. Fue una experiencia didáctica.

¿Por qué decidiste quedarte allá? Me recomendaron hacer una maestría. Como no estudié en la universidad sentía que me faltaba completar mi formación. Mis compañeros redactaban catálogos y citaban sus referentes no solo artísticos sino sociales. Es importante saber hablar de tu obra con fundamentos y no con ideas vagas.

¿Cómo se te ocurrió hacer las intervenciones artísticas en los quioscos? Al llegar a París me llamaron la atención las imágenes de revistas colgadas en los quioscos. La moda está en cada esquina. Compraba las revistas para hacer una reinterpretación de sus carátulas pero a mi estilo. Era la continuación del Archivo Collage.

Pero en tu nuevo ambiente Claro, era la gráfica de mi nueva ciudad. Mi objetivo era regresar esas imágenes donde las había encontrado. Durante una semana expuse mis lienzos en dos quioscos, uno de ellos a la salida del metro, cerca al Museo del Louvre. Con esta acción acerqué la pintura a los ciudadanos.

¿Cómo reaccionaba la gente? Se quedaban sorprendidos de verme con mis cuadros dentro del quiosco. Logré romper su rutina porque allá todo tiene su lugar. El parisino compra su periódico y se va. Nosotros dedicamos tiempo a leer las noticias en los quioscos.

¿En qué otro lugar hiciste una intervención? En el metro de París. Pegué mis lienzos y una amiga grababa a los pasajeros que se detenían a mirar. Lo hice sin permiso.

¿Por qué sin permiso? Las autoridades creían que no era el lugar adecuado para una exposición.

¿Qué percepción tienen los franceses del Perú? Hay por lo menos siete generaciones de franceses que durante su infancia han escuchando la historia de El Dorado o han sido fanáticos de las aventuras de Tin Tin en el Perú. Por eso tienen mucho interés en llegar a nuestro país para encontrar el lugar de sus fantasías. Además, están muy informados sobre la cultura precolombina.

¿Qué expectativas tienes de presentar tu trabajo en Lima? Me hace sentir que es importante lo que estoy haciendo. Allá es duro porque no hay espacio para más artistas.

SOBRE EL ARTISTA Nací en Jesús María y tengo 40 años. Estudié pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Mi especialidad es el óleo. El 2008 gané la convocatoria para hacer una residencia en el establecimiento artístico Centquatre de París. Estudié dos maestrías en La Sorbona y actualmente estoy haciendo un doctorado. “Nuevas estrategias de exposición en la ciudad moderna” es la muestra que inauguro el sábado en la SUM de Arcadia Mediática. Mi mayor virtud es la perseverancia. Tengo grabado en la cabeza que “el que la sigue la consigue”. ¿Un defecto? La impaciencia.

La exposición de Juan Diego Vergara se realizará del 2 al 27 de marzo en la Liberia Arcadia/Mediática (Jr. Rufino Torrico 884, Lima). Puedes ver más información aquí.