Parque de la Reserva, 1929: José Carlos Mariátegui, sentado, rodeado por Ricardo Martínez de la Torre, Jorge del Prado, Gamaniel Blanco, Alejandro Loli, Manuel Vento, Ramón Azcurra y Adrián Sovero. (Foto: Archivo José Carlos Mariátegui)
Parque de la Reserva, 1929: José Carlos Mariátegui, sentado, rodeado por Ricardo Martínez de la Torre, Jorge del Prado, Gamaniel Blanco, Alejandro Loli, Manuel Vento, Ramón Azcurra y Adrián Sovero. (Foto: Archivo José Carlos Mariátegui)
Juan Carlos Fangacio

De la famosa revista “Amauta” se ha dicho bastante, pero nunca parece ser suficiente. Durante su existencia, de 1926 a 1930, marcó la pauta de la intelectualidad peruana sobre la base de dos grandes temas: el arte y la educación. Todo lo demás –la política, la vanguardia, etc.– siempre apareció de forma transversal.

Pero “Amauta” no fue una isla. El diálogo que impulsó, sobre todo, su director José Carlos Mariátegui con otros actores de la época permitió crear una amplia red, especialmente en el sur del país, lo cual es motivo de la exposición “Un espíritu en movimiento”, de próxima inauguración en la Casa de la Literatura.

“El trasfondo de la muestra es pensar en la correspondencia que mantuvieron los intelectuales como punto de origen de las ideas, y en las revistas como materialización de esas ideas y ese diálogo. Pero no solo como inicio y final, sino como algo que siempre está yendo y viniendo”, explica Diana Amaya, una de las investigadora que revisó las más de 300 cartas de donde se arma esta exposición.

Otro aspecto que resalta en estas misivas es el debate, la polémica. Porque es a partir de los distintos puntos de vista que “Amauta” y sus interlocutores fueron moldeando el pensamiento de la época. “Haya [de la Torre] se ha obstinado en imponernos sin condiciones su caudillaje [...] Si de algo he pecado, ha sido de espíritu tolerante y conciliador”, le escribe, por ejemplo, Mariátegui a Moisés Arroyo, en una clara muestra de su siempre confrontacional postura, en este caso ante el líder del Apra.

Dibujo de José Sabogal. Un mate del maestro Pedro Veli, inspirado en la imagen, se expone en la muestra.
Dibujo de José Sabogal. Un mate del maestro Pedro Veli, inspirado en la imagen, se expone en la muestra.

En esos intercambios epistolares también intervienen personajes ilustres como Luis E. Valcárcel, Lucas Oyague, César Atahualpa Rodríguez, Gamaliel Churata y otros miembros del notable grupo Orkopata, entre otras figuras. También resulta interesante la participación de intelectuales del círculo obrero, que se agrupaban de forma organizada para hacer política.

Además, muchas de esas cartas nacieron con la idea de ser difundidas, ya sea pasando de mano en mano o siendo publicadas en las propias revistas. Si tuviéramos que proyectar la dinámica de “Amauta” a nuestros tiempos, podríamos compararla más a la de una red social que a la de un simple correo electrónico.

—Propuesta visual—
Las redes de “Amauta” estuvieron acompañadas por una riquísima propuesta estética que apuntaba al rescate del arte popular. Así lo demuestran las vistosas portadas e ilustraciones interiores de otras revistas como “Albores”, “Tempestad” o el “Boletín Titikaka”.

Allí se lucen trabajos en xilografía de José Sabogal, Camilo Blas, Julio Gutiérrez, Diego Kunurana, Florentino Sosa, entre otros, que recogían influencias, por ejemplo, de la fabricación de los mates burilados. “La estética del mate maridó muy bien con la estética del grabado: el trazo tosco y al mismo tiempo fino, el escindir algo sólido”, explica Amaya.

Por eso el planteamiento museográfico de esta muestra dividirá los contenidos literarios y textuales en general, de las representaciones gráficas, que incluyen fotografías, ilustraciones y demás. Una notable inmersión en una revista clave para entender la evolución de nuestro pensamiento.

MÁS INFORMACIÓN
​Lugar: Casa de la Literatura. Dirección: Jr. Áncash 207, Cercado de Lima. Inauguración: jueves 7 de setiembre, 7 p.m.
Ingreso: libre.

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