RODRIGO BEDOYA FORNO

Carlos Alcántara lo repite una y otra vez: él está aprendiendo de cine. De verlo, de leer sobre él y, sobre todo, de actuar en él. Y si bien ha trabajado en algunas películas, el actor de la exitosa “¡Asu mare!” siente que está comenzando una carrera cinematográfica con “Perro guardián”, cinta que graba bajo las órdenes de Baltazar ‘Bacha’ Caravedo y Daniel ‘Chinón’ Higashiona.

“Es la primera vez que alguien se me acerca diciendo que había escrito el guion pensando especialmente en mí”, comenta Alcántara sobre los motivos que lo llevaron a aceptar este rol que siente como primer protagónico. “¡Asu mare!” es mi historia, es humor, no me siento como si estuviera actuando. Acá es una ficción, el personaje está lleno de cosas: es paranoico, directo. Es quizá el personaje que estaba esperando toda mi vida”, dice.

Seis kilos menos y casi tres meses de entrenamiento físico muestran el compromiso de ‘Cachín’ con el personaje, un sicario que asesina por encargo de gente con poder político. Un día, el hombre descubre una iglesia cristiana, y la forma de ver su supuesto trabajo cambia de manera radical.

DURA INVESTIGACIÓN ‘Bacha’ Caravedo escribió el guion durante una estancia en Valencia tras ganar una beca. La lectura de “Muerte en el Pentagonito”, de Ricardo Uceda, lo motivó a investigar más a fondo el tema de los sicarios. “Me interesaba saber qué es lo que pasa con un asesino cuando pierde poder”, explica el cineasta, quien trabaja con ‘Chinón’ desde hace 4 años, desde que fundaron la empresa Señor Z.

La historia de “Perro guardián” hace pensar, de manera automática, en los hechos que pasaron en nuestro país en la década del noventa. Y, si bien en ningún momento se menciona la época, los cineastas quisieron que el trabajo visual del filme evocara esa época. “Esa Lima que entraba al nuevo milenio es muy distinta a la de hoy”, explica Higashiona. “Hoy estamos más optimistas, como si la gente hubiera olvidado que hace algunos años no se veía el horizonte. La misma ciudad te botaba, veníamos golpeados de un montón de cosas, todo el mundo se quería ir. Y eso hemos querido retratar en la película”, añade.

Y en esa descripción sórdida es esencial Alcántara, quien se mete en un rol distinto al que estamos acostumbrados a verlo. “Es la primera vez que siento que estoy fuera de mí –confiesa–. Todo es economía de gestos, contenido, todo me lo han centrado en los ojos”.

La idea de los directores es estrenar la película entre setiembre y octubre del 2014. “Si bien un festival siempre es bienvenido, la idea es concentrar la energía en el estreno comercial; creemos que la película puede tener un gancho”, dice Caravedo. Un filme que nos muestra a un Carlos Alcántara distinto, uno que no deja de aprender.