RODRIGO BEDOYA FORNO

Los efectos del éxito de ¡Asu Mare! en el cine peruano están por verse. Y ese éxito tiene varios motivos. Por eso decidimos juntar al cineasta Josué Méndez (“Días de Santiago”, “Dioses”) y a la productora Enid Pinky Campos (además de las cintas de Méndez, Paraíso y Paloma de papel, entre otras), dos personas que conocen de cine peruano, para que traten de explicar por qué la película con Carlos Alcántara es tan exitosa.

El trabajo previo “Voy a ser contreras con tu pregunta: no me gusta encontrar razones después del éxito, me parece fácil”, comienza Méndez. Habiendo dicho eso, hay un montón de cosas que tienen que ver, pero no son una receta, no porque las repitas en otra cinta esta va a tener un éxito seguro, añade.

Uno puede decir que el éxito estaba cantado –prosigue el realizador–, pero era un riesgo, y los productores hicieron una buena apuesta. Yo valoro la situación, el riesgo, el haber encarado el proyecto al estilo estadounidense, poniendo el teaser un año antes”.

Para Pinky, el estudio de mercado hecho por Tondero Producciones y el éxito del unipersonal también tuvieron que ver. Y, además, algo sabes de la vida de Cachín, es una historia de éxito. Y la gente quería ver algo así, añade.

Yo creo que no hay nada como el humo, reflexiona Méndez. La televisión lo muestra. Cuando la gente ríe, es feliz. Más que ver una película de éxito, la gente quiere partirse de risa”, complementa.

¿Receta? Pero bien lo dijo Méndez: no siempre la misma receta va a funcionar. Y mucho se ha dicho que ¡Asu mare! es la prueba de que el cine peruano se puede defender solo. ¿La receta? Hacer películas de ese tipo. ¿Pero todo el cine peruano puede y debe ser así?

El cine, como cualquier manifestación cultural y artística, no puede ser homogeneizado, dice Méndez. No porque le vaya bien al chifa, todos debemos comer chifa. Hay gente que querrá comer otra cosa. Es cierto que a más gente le puede gustar el chifa, pero es bueno que haya otra opción porque no somos una sola cosa. Todos sabemos que el cine es un negocio, pero también es cultura, puntualiza.

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