Festival de Lima: 5 directores jóvenes que darán que hablar

El momento en que decidieron hacer cine varía, al igual que sus caminos, pero avanzan de todas manertas. Adrián Saba (Perú), Andrea Testa (Argentina), Hans Matos (Perú), Melisa Liebenthal (Argentina) y Pablo Pérez (México), quienes presentan obras en el Festival de Cine de Lima, respondieron el cuestionario de El Comercio donde plasman sus visiones sobre el cine. A continuación, un extracto de sus respuestas:

1. ¿Por qué elegiste el cine y no otro modo para contar tus historias, como la literatura o la TV?

Adrián Saba: El formato en que se cuenta una historia es muy importante y cada historia tiene uno en el que funciona mejor. Me interesa el cine porque involucra todas las artes, me encanta que sea como un gran truco de magia, hace que lo imposible sea posible.

Andrea Testa: Por ahora es el cine, no sé si en el futuro necesite de otras formas. Creo que hay algo interno, una intuición que difícilmente se pueda explicar, es una necesidad. El cine es la forma de arte más precisa para pensar la realidad. Algo de eso me despierta curiosidad.

Hans Matos: En regiones las posibilidades de literatura o TV son muy limitadas. Además, yo quería aprovechar el aspecto visual de la sierra central del Perú para filmar un western.

Melisa Liebenthal: Intuición. Me parece que el cine ofrece más libertad que la TV, tiene más acepciones, es más amplio, tiene menos reglas, uno puede encontrar su forma personal de hacer cine. Pero tampoco sé tanto sobre TV.

Pablo Pérez: Una cosa que me gusta del cine es que todavía es un arte de exhibición masiva. Además, siempre me gustó el dibujo y luego derivó en un gusto por la fotografía, también aprecio mucho ese costado visual del cine.

2. ¿Cuáles son los retos de hacer cine en Latinoamérica?

Saba: La financiación es lo principal. Sin embargo, en Latinoamérica los gobiernos están apoyando más al cine; en el Perú tenemos un fondo estable. Además hay una política de estado que apoya el cine junto con algunas empresas privadas.

Testa: Es una pregunta compleja. Me animo a plantear la tensión que existe dentro del campo cinematográfico (si el cine es arte o industria) que representa una lucha sobre el para qué hacemos cine. Necesitamos recursos porque el cine además de valerse de equipos a veces muy caros, genera trabajo. Esos recursos no necesariamente tienen que pensarse desde una óptica empresarial, pues las películas son bienes culturales. La lucha por conseguir recursos, entonces, es uno de los retos más difíciles. En Argentina la presencia del INCAA es primordial. También me pregunto si el cine que hacemos realmente habla de nuestras realidades o sólo de una parte de ella.

Matos: Creo que cualquier proyecto de película debe plantearse por sí mismo cuáles son sus retos. En "Pueblo Viejo" tenía claro que la película debería ser vista en una sala de cine. Toda la producción se alineó a ese objetivo.

Pérez: Definitivamente, el reto es que las películas lleguen a tener una exhibición al público y que este sienta que la cinta está aportando algo a su vida.

Liebenthal: Falta de dinero en general.

3. Ante la avalancha de producciones de Hollywood, ¿debe ser prioridad para los cineastas Latinoamericanos que sus películas sean rentables? ¿podría esto comprometer su visión?

Saba: Estoy a favor que una película tenga rentabilidad y creo que eso se puede conseguir sin comprometer la visión. Depende del proyecto. Si uno quiere hacer un película de diez millones, obviamente vas a comprometer algo de tu visión porque hay personas que van a brindarte el dinero y van a querer asegurarse ciertas cosas.

Testa: Para nada. Hablar de rentabilidad en el arte es matarlo. En todo caso, tenemos que pensar por qué la lógica del mercado mueve nuestras películas y por qué existe este monopolio de cierto tipo de cine. Comprometernos más en nuestra visión del mundo quizás sí sea otro de los retos, comprometernos con nuestro equipo, con el público, con el debate y la militancia por más políticas públicas que apoyen otros cines.

Matos: Si hablamos de rentabilidad, ya estamos hablando de un producto comercial. La mayoría de películas latinoamericanas se financian con fondos de premios y festivales, por lo cual la rentabilidad no es un factor de peso a considerar.

Liebenthal: No creo que deba ser prioridad la rentabilidad porque sí creo que eso puede comprometer la visión, si lo que a uno le importa es la visión. Personalmente, sigo aprendiendo sobre la importancia fundamental del proceso dentro de la creación, y el proceso es algo completamente subjetivo.

Pérez: Debemos de tratar de expresarnos artísticamente, ideológicamente o de lo que uno esté interesado hablar y también no perder de vista que las películas son para el público. Hay que encontrar un balance entre esos dos polos.

4. Digamos que un cineasta no consigue ganar un concurso para financiamiento, ¿qué le dirían para que no se desanime?

Saba: El rechazo debe generar en uno más ganas de hacer la obra, probarle a la gente que no te premio que se equivocó.

Testa: Siempre es bueno estar en movimiento y seguir a pesar de no tener en principio los recursos necesarios contar con ayuda de amigos puede ser un buen resguardo para dar los primeros pasos.  Otra palabra importante: constancia.

Matos: Que siga intentando, hay muchas maneras de hacer una película como para desanimarse por no conseguir ganar un concurso. En caso que no se consiga, hay muchas películas filmadas con recursos mínimos pero ideas potentes que las hacen interesantes, lo importante es hacerla.

Liebenthal: Tiene que seguir aplicando a otros concursos para aumentar sus chances de quedar. Que intente terminar su película como sea y no dejarse desanimar por el rechazo. Estos "rechazos" se constituyen de valoraciones externas determinadas por opiniones personales de 3 o 4 individuos que conforman el jurado. Una película que no ha sido elegida por ninguna "institución oficial" puede cobrar su trascendencia con el tiempo. En verdad no se puede saber, por eso creo que lo importante es el compromiso de uno con su propio trabajo.

Pérez: Si de verdad existen ganas de hacer una película, pues entonces hay que escribir y realizar una que esté al alcance de las posibilidades. En mi corta experiencia puedo decir que esto es como una carrera de largo aliento. Hay que cultivar la paciencia, la humildad y trabajar mucho. Nadie dijo que esto era fácil. Si realmente te apasiona, sales adelante.

DATO

Sepa dónde ver las películas del Festival de Cine de Lima. .

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