Que un actor estadounidense sea amigo personal de un presidente latinoamericano no es algo que sorprenda. Pero que el actor a la vez abogue en contra del país que rige ese mandatario solo ha ocurrido en Bolivia y con Sean Penn como protagonista.

La amistad entre el actor ganador de dos premios Óscar y el presidente Evo Morales fue muy comentada en la prensa boliviana el año pasado.

El mejor momento de esa relación fue cuando el mandatario declaró a Penn embajador de buena voluntad a favor de la causa marítima boliviana y por la despenalización internacional del masticado de coca, una práctica ancestral de los indígenas bolivianos.

Pero el lunes el actor demostró que en la amistad y la guerra todo parece valer.

Penn propuso ante el Congreso estadounidense condicionar el paso del Rally Dakar por Bolivia a cambio de la liberación de su compatriota Jacob Ostreicher, detenido en el país andino desde 2011.

Les pido que utilicen su influencia para pedir a los patrocinadores que requieran que se libere al señor Ostreicher como una primera señal de buena voluntad, mientras Bolivia sigue trabajando en los retos de su sistema judicial, o que el rally Dakar no pase por Bolivia, dijo.

Ostreicher es procesado por la justicia boliviana por supuesto blanqueo de capitales.

EN BOLIVIA El actor visitó Bolivia en tres ocasiones el año pasado para interceder ante Morales por la liberación de Ostreicher, quien pasó 18 meses en una cárcel. Sus gestiones permitieron que un juez cambiara la prisión por el arresto domiciliario, pero desde entonces se estancó el proceso.

Su caso derivó en una investigación que destapó una red de extorsión que involucraba a altos funcionarios de gobierno, fiscales y policías, los cuales fueron apresados y detenidos preventivamente mientras continúan las investigaciones.

Las respuestas a la acción de Penn en Bolivia no tardaron en llegar.

La bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Asamblea Legislativa dijo que está analizando recomendar al Órgano Ejecutivo que se le retire el título de embajador de buena voluntad de Bolivia para la causa marítima.

El ministro de Culturas y Turismo en Bolivia, Pablo Groux, criticó el pedido del actor y afirmó que, además de tratarse de una declaración ofensiva contra Bolivia, está descontextualizada porque el Congreso estadounidense no tiene nada que ver con el Rally Dakar.

Por su parte, el diputado Galo Bonifaz tildó a Penn de mal agradecido luego de que fuera recibido con aprecio durante su estadía en Bolivia en 2012 e hizo énfasis en la confianza que le depositó el presidente Morales.

AMIGO DE CHÁVEZ, FIDEL Y CRISTINA No es la primera vez que Sean Penn simpatiza con un mandatario latinoamericano. Durante la enfermedad del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, el actor participó en la jornada de oración en su honor y en varias ocasiones expresó que compartía las ideas del líder sudamericano.

La empatía entre ambas personalidades era tal que Chávez lo llamaba el amigo americano. Además, el año pasado Penn mostró su apoyo a Argentina en su disputa con Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas o Falklands.

En una comparecencia por la reunión en Buenos Aires con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Penn criticó el colonialismo británico pero abogó por una solución diplomática al diferendo.

El actor también se ganó la simpatía de Fidel Castro, a quien profesa una gran admiración.

En sus visitas a Cuba, Penn se niega a conversar con los disidentes del régimen castrista, en cambio prometió solemnemente a su anfitrión que educaría como socialistas y revolucionarios a su hija Dylan Frances y a su hijo Hopper Jack.

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