Mario Vargas Llosa. (Foto: AFP)
Mario Vargas Llosa. (Foto: AFP)
Enrique Planas

"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía”: las fogosas palabras que abren el largo monólogo del profesor Humbert Humbert en la novela de Vladimir Nabokov han vuelto a encender la pradera. El Nobel , en su columna dominical del diario "El País" titulada “”, disparó esta opinión contundente: “el más resuelto enemigo de la literatura, que pretende descontaminarla de machismo, prejuicios múltiples e inmoralidades, es el ".

¿Que sucedió para que el Nobel peruano apuntara contra esta doctrina y movimiento social como lo hiciera antes con los totalitarismos comunistas y fascistas? Pues su conocida irritabilidad contra todo aquello que parezca censura moralista y comisarios culturales. Si bien el escritor matizó al decir que no se refiere a todas las feministas, Mario Vargas Llosa acusó a las más radicales de no tolerar la disidencia, la disonancia y el exceso propio de la creación literaria. "Quienes quieren juzgar la literatura desde un punto de vista ideológico, religioso y moral se verán siempre en aprietos. Y, una de dos, o aceptan que este quehacer ha estado, está y estará siempre en conflicto con lo que es tolerable y deseable desde aquellas perspectivas, y por lo tanto lo someten a controles y censuras que pura y simplemente acabarán con la literatura, o se resignan a concederle aquel derecho de ciudad que podría significar algo parecido a abrir las jaulas de los zoológicos y dejar que las calles se llenen de fieras y alimañas", señaló.

En su columna, el autor aporta solo un par de ejemplos de “feministas radicales”. Primero, un decálogo redactado por las activistas Yera Moreno y Melani Penna (), texto plagado de prohibiciones donde se exige la retirada de los planes de estudio escolares de autores como Javier Marías o Arturo Pérez-Reverte por considerarlos machistas.

Asimismo, Vargas Llosa arremete contra la escritora Laura Freixas, refiriéndose a su lectura feminista de la obra "Lolita" de Nabokov, . “La novela está escrita de tal modo que consigue hacernos olvidar que está mal violar niñas”, comentaba entonces. Para la autora, si bien se trata de una gran novela, es necesario criticarla para entender cómo el patriarcado manipula en su beneficio la cultura. En su columna, el autor de “La Casa Verde” simplifica el análisis de Freixas considerando que se limita a explicar "que el protagonista era un pedófilo incestuoso violador de una niña que, para colmo, era hija de su esposa". La autora catalana no se quedó callada: vía Twitter calificó de "todo un honor que me cite (para mal) Vargas Llosa" y defendió que "el feminismo es la gran revolución intelectual de nuestro tiempo".

¿Feministas radicales que emergen como nuevas ? Por supuesto, tras publicarse la columna, todo lector y lectora que se haya sentido afectado respondió con irritación en las redes sociales. Miles de comentarios que apelaban a la tergiversación o al abierto insulto convirtieron al escritor en enemigo del feminismo en general. Sin embargo, otras críticas lúcidas al texto de Mario Vargas Llosa apuntaban que no era justo usar dos ejemplos extremos para descalificar al movimiento.

Laura Freixas. (Foto: EPA Press)
Laura Freixas. (Foto: EPA Press)

EL DEBATE EN LAS REDES
¿Es justo Vargas Llosa al alertarnos sobre una futura inquisición feminista? En las redes sociales el debate está abierto. El crítico Alonso Rabí fue uno de los primeros en dudar si prohibir ciertos textos en los que hay una visión machista o un diseño de personajes en consonancia con la cultura patriarcal sería una solución, mientras que la escritora Alicia del Águila llamaba la atención del hecho de que algunos se preocupen del feminismo solo para criticarlo, enfocándose en lo anecdótico. “Indica una posición, por dónde van sus motivaciones o miedos”, señaló. Por su parte, el poeta Tulio Mora, coincidente con Mario Vargas Llosa, señaló que siempre hubo una tendencia radical en el feminismo, como la izquierda la tuvo con y Sendero, los mahometanos con Al Qaeda y el capitalismo con el régimen nazi. “Es evidente que todas esas denuncias de la campaña # contra directores de cine, películas, después pinturas, ahora literatura, ya empiezan a ser indignantes”, escribe. Finalmente, la artista visual Natalia Iguiñiz lamenta que por un par de casos aislados se busque desprestigiar un movimiento que trata que las mujeres no sean asesinadas, violadas, golpeadas, acosadas y discriminadas por el hecho de serlo.

LA VERDADERA CENSURA
No busquemos polarizar. Ni Freixas pidió prohibir "Lolita" ni Vargas Llosa atacó las bases del feminismo en su columna. Así, mientras el Nobel peruano abunda en el derecho a la libertad de expresión, la escritora catalana pide libertad para una lectura crítica de un texto canónico: ninguna novela es intocable para un enfoque de género.

(Foto: Difusión)
(Foto: Difusión)

Quizás este debate abierto motive en España un análisis más profundo más allá de la ficción. Actualmente se ciernen en la península peligros para el arte y la libertad de expresión más importantes que los que entraña una crítica feminista poco entusiasmada por la novela "Lolita". En efecto, no es el discurso feminista radical, sino el poder político español , músico que difundía sus canciones por Internet, y que fuera condenado por sus letras que incluían insultos a la monarquía y al rey Felipe VI. "Los delitos de odio deben perseguirse. Contra los extremismos y la intolerancia hay que luchar", dijo defendiendo la condena el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Otra grave polémica se dio hace un mes, cuando en la feria de arte contemporáneo ARCO, en Madrid, que trataba como "presos políticos" a líderes catalanes que se encuentran hoy en prisión preventiva investigados por el proceso independentista en la región. Santiago Sierra, autor de la obra retirada, al lamentar la censura del presidente de la feria, señaló: "Creemos que actos de este tipo dan sentido y razón a una pieza como esta, que precisamente denunciaba el clima de persecución que estamos sufriendo los trabajadores culturales en los últimos tiempos".

Sin duda, es el gobierno de Mariano Rajoy y del Partido Popular, y no el feminismo, el que más intolerancia al arte y a la libre expresión muestra en los últimos meses. Revelemos entonces a los verdaderos inquisidores.

Valtonyc. (Foto: Internet)
Valtonyc. (Foto: Internet)

LO QUE NO SE DICE
​Casos reales de censura en España

Tuiteros, periodistas y artistas han sido sancionados desde el 2015 en España a partir de la aprobación de Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, polémica reforma del Código Penal aprobada por el actual gobierno del Partido Popular, y conocida entre sus críticos como "ley mordaza", por los límites que impone.

"Hemos constatado que España no escapa a la tendencia global de restringir la libertad para expresarse y manifestarse", ha explicado Beatriz Perales, responsable de campañas e investigación de la sección española de Amnistía Internacional. "Protestar, incluso a través de las redes sociales, es cada vez más difícil", afirmó a la prensa española.

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