“Así maté a Pablo Escobar”, un vistazo al libro de Hugo Aguilar
“Así maté a Pablo Escobar”, un vistazo al libro de Hugo Aguilar
José Silva

La literatura existente sobre la figura del temido ex jefe del cartel de Medellín, , es vasta y, sin embargo, siguen quedando varios cabos sueltos por atar en torno a sus inicios, su macabra forma de trabajo, su curiosa relación familiar, pero principalmente sobre las acciones que, desde distintos ámbitos, se ejecutaron para dar con su caída.

En ese sentido, la publicación de “Así maté a Pablo Escobar”, de Hugo Aguilar Naranjo –oficial que dio el primer disparo que acabó con la vida del poderoso capo del narcotráfico en los ochenta e inicios de los noventa—es realmente valiosa. Y principalmente porque puede considerarse un relato de primera mano, impregnado de la mirada de un humilde y valeroso policía que no cedió ante el poder del dinero y que supo soportar las presiones del miedo, generadas por constantes amenazas recibidas durante varios años.

El libro, publicado a finales del año pasado en Colombia por Editorial Planeta y a la venta en Perú hace muy poco es relativamente corto  (172 páginas), pero su estructura es precisa. Son nueve capítulos, una presentación y un epílogo que entrelazan la historia del oficial Aguilar y del fallecido capo de la droga.

El autor del libro proviene de una familia muy humilde. Cuando Aguilar le informó a su padre que quería ser policía este se mostró en contra, pero esta negativa no lo amilanó y empezó una larga carrera en las fuerzas policiales, que a la postre lo colocaría en uno de los momentos más fundamentales de la historia contemporánea de millones de colombianos.

Aguilar Naranjo cuenta en “Así maté a Pablo Escobar” las vicisitudes sufridas en sus inicios como policía, el entrenamiento y la capacitación recibida, cómo fue desligándose de sus amigos –que no lograban pasar de forma satisfactoria los cursos--. Un momento fundamental en su crecimiento como oficial fue, sin duda, su ingreso al denominado Bloque de Búsqueda, un ente especialmente creado para dar con Pablo Emilio Escobar Gaviria, en su momento el narcotraficante más poderoso de su país y uno de los fugitivos más buscados del planeta.

Dotados de un entrenamiento especial y con una vida al límite, los integrantes de este grupo especial tuvieron aciertos y errores, lograron dar con el paradero de varios cercanos al capo, pero también sucumbieron en decenas de operativos, principalmente debido a la presencia de ‘sapos’, infiltrados que informaban al líder del cartel de Medellín sobre arremetidas futuras.

Lo mejor del libro es definitivamente la segunda mitad. Se pasa de un ritmo inicial algo lento y más bien familiar a un aire trepidante, imparable. El lector termina siendo partícipe de las frustraciones y las alegrías que el Bloque de Búsqueda tuvo en su accionar. Todo bajo el matiz de un país cuya mayor parte de su territorio estaba sometido al terror de los carros bomba, los asesinatos seriales y los secuestros, amparados por un amordazado sistema político y judicial.

Aquí vale hacer una comparación entre “Así maté a Pablo Escobar”, la serie “El patrón del mal” y la también serie de TV “Narcos” de Netflix. Como habíamos dicho líneas arriba, son varias las formas en que se ha contado lo que ocurrió en Colombia. Existen muchas coincidencias en la trama pero también hay distancias que Aguilar Naranjo intenta dilucidar. Se aprecia a un (hoy) ex oficial preocupado en desmentir falsedades o medias verdades. Sin embargo, para quienes han visto las series arriba mencionadas, es una tarea compleja intentar desprenderse de las imágenes televisivas cuando uno repasa la historia de Naranjo. El apoyo de la CIA, unas autoridades colombianas desesperadas porque sienten que el Estado pierde la guerra ante el cartel y las víctimas.

Hay ciertos detalles que deja muy claro el libro. Primero, los dos grandes errores que cometió Pablo Emilio Escobar Gaviria en su proceder delictivo y que a la postre facilitaron acabar con él en 1993: incursionar a la política, porque dejó al descubierto sus antecedentes en el narcotráfico. En segundo lugar, mandar a matar a sus socios, porque terminó encerrado entre delincuentes desesperados que no le perdonarían una.

“Así maté a Pablo Escobar” acierta en que, bajo la mirada de un personaje esencial de la guerra contra Pablo Escobar, tiene relatos de primera mano y describe sensaciones de fracaso y éxito en un país que parecía hundirse a finales de los ochenta e inicios de los noventa. También en el hecho de dilucidar los métodos bajo los que el Bloque de Búsqueda actuó para dar con el paradero de un capo que si bien parecía venirse a menos con el paso de los meses, no dejaba de atemorizar a punta de plomo y dinamita.

Aguilar Naranjo concluye con la narración de la cacería que, sin embargo, dista en calidad de las mejores partes del libro. Uno esperaba que este tramo del texto sea más contundente pero parece perderse en detalles confusos y soslayar otros valiosos. No obstante, esto no opaca en absoluto la calidad de un libro que es de lectura fundamental para entender lo ocurrido en un país vecino. Una cruda realidad que todos deseamos no se replique nunca más ni en Colombia ni en Perú.

AL DETALLE
Libro: “Así maté a Pablo Escobar”
Autor: Hugo Aguilar Naranjo
Editorial: Planeta
Precio: S/49

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