Pedro Suárez-Vértiz presenta su primer cuento infantil

“Los niños se enamoran”, título del cuento, recrea, en 18 viñetas dulcemente ilustradas por Víctor Aguilar, el instante en el que Pedro descubrió el amor a muy temprana edad. La publicación, que viene acompañado por un CD con 10 de sus canciones más conocidas versionadas en formato infantil, ha sido producida por el BBVA, entidad con la que el artista ya ha desarrollado un concierto y otras campañas. Sobre su debut como escritor conversó con la revista Somos.

Pedro, ¿esta idea del cuento surgió hoy, que estás descubriendo nuevos caminos en la vida, o era algo que siempre estuvo dándote vueltas en la cabeza?
El arte para niños siempre ha sido uno de mis temas favoritos. Y la música infantil, por ejemplo, siempre me encantó. Por desgracia, el Perú es el país perfecto de los libros y discos que nadie conoce. Somos muy inocentes y creemos que escribir un libro o grabar un disco es la realización de un sueño, cuando no es así. El sueño es lograr que esas obras se difundan, lo cual implica, digamos, muchísima posproducción. Tardé muchos años en encontrar la oportunidad correcta con la campaña correcta. No somos un país lector, salvo la minoría intelectual. Necesitas entonces mucha publicidad para crear esa necesidad en la gran mayoría.

Elegiste una historia que viviste cuando eras pequeño. ¿Por qué? ¿Porque era más fácil adaptar algo propio o porque te marcó profundamente?
En realidad, no fue mi idea. De pequeña, mi hija Mariajosé había hecho los coros en la canción Los niños se enamoran, de mi álbum Play, del 2004. Como estudiante de Comunicaciones –y con mucha sapiencia– me sugirió expandir la historia de aquella canción en un cuento, manteniendo el título. También sugirió las onomatopeyas que tanto gustan a los niños. Por eso ella lleva el crédito de adaptación del cuento. La historia fue un hecho real que viví con mi mamá y por eso me preocupé de todos los detalles para que el texto mantuviera su esencia sentimental y a la vez fuera entretenido para los niños.

¿Cómo ves, ahora de adulto, la forma en que los niños se enamoran a temprana edad?
Es difícil darlo por hecho. Creo que depende de cada niño. No podría asegurar si hay amor o no, pero sí aparece una ilusión producto de una atracción. La complementación hombre-mujer se puede notar desde la infancia. Hay parejitas desde primaria y esto es de toda la vida. No hay que asustarse.

¿En qué se parece el amor que siente un niño al de un adolescente, un adulto o un anciano?
Es exactamente el mismo y no es racional; es puramente reactivo. Esa chica te gusta y, en consecuencia, todo lo que ella hable o haga te parece fascinante. Debo admitir que el embobamiento es más de los chicos que de las chicas. Quizás se deba al protocolo de la naturaleza que permite que así ocurra el cortejo. El amor es el mismo en toda edad.

La entrevista completa en la edición de hoy de Somos.