El poder de convocatoria de los grupos peruanos quedó demostrado nuevamente en la segunda edición del Lima Vive Rock. El festival se realizó en el Parque de la Exposición y congregó a cerca de 25 mil personas en sus doce horas de duración.

El concierto se inició al mediodía con la presentación de bandas nuevas en la escena, como los iqueños de Taxman y los locales Raybans, Moldes y Varsovia. Iniciada la tarde ingresaron al escenario artistas de movidas tan variadas como el sound system, la fusión, el reggae y el Nu Metal. Así, Área 7, Ni Voz Ni Voto, 3 al Hilo, Psicósis, La Nueva Invasión, Ysabel Omega, El Aire y Pelo Madueño calentaron motores para el que sería el plato fuerte de la noche.

NOS GUSTA VOLAR LA ESTACIÓN DEL TREN Aunque fueron uno de los grupos más populares en la Lima de los años sesenta, Los Saicos pasaron al olvido durante las siguientes decadas. A mediados del 2000 experimentarían un extraño fenómeno de renacimiento mediático a partir de una serie de informaciones internacionales que los catalogaban como la banda pionera del sonido punk rock.

Por ello no es de extrañar que muchos de los que los fueron a ver ayer en el Lima Vive Rock hayan sido adolescentes y jóvenes de entre 15 y 25 años que los conocieron como la leyenda perdida del rock nacional.

Erwin Flores, Papi Castrillón y Pancho Guevera, los tres miembros originales del grupo, subieron al escenario en compañía de tres músicos de apoyo y no pudieron disimular la sorpresa con el que ha sido el auditorio más grande en el que se ha presentado. Erwin, el vocalista del grupo, agradeció con el siguiente mensaje: Nada rockea más que Lima, coño.

La banda fue la que más tiempo estuvo en el escenario con un setlist que incluyo temas como Come On, Cementerio, Fugitivo de Alcatraz, Viejo y enfermo y la esperada Demolición, que desató el pogo de los presentes al ritmo de Nos gusta volar la estación del tren.

UN NUEVO RÉCORD El festival cerraría sus puertas casi cuatro horas después con las presentaciones de Necropsya, Contracorriente, Inyectores y Cuchillazo.

Con esta edición, el Lima Vive Rock superó la asistencia del año pasado, cuando lograron llevar a más de 17 mil personas al mismo escenario. Un nuevo reto se planteará en el 2014 cuando el rock peruano deba demostrar nuevamente que se puede hace oír y sentir sin radios ni televisión de por medio.