Amy Winehouse falleció de forma accidental tras ingerir una gran cantidad de alcohol, así lo determinó la nueva investigación judicial sobre su muerte, celebrada este martes en Londres.

En la primera visita, la juez forense Suzanne Greenaway estableció que Winehouse murió de manera accidental a raíz de la ingesta de una gran cantidad de alcohol después de un período de abstinencia.

En enero del 2012 Greenaway, abogada australiana, tuvo que dimitir del cargo luego de que se revelara que carecía de los cinco años de experiencia requeridos para optar al puesto en el Reino Unido, al cual fue además nombrada por su marido, Andrew Reid, juez forense que renunció en diciembre pasado.

LAS CIRCUNSTANCIAS DE UN MEDIÁTICO FALLECIMIENTO Una vez estudiadas todas las pruebas, Shirley Radcliffe, la nueva encargada del caso en el tribunal forense de St Pancras, precisó que la diva trash del soul murió de intoxicación etílica, agregando que la cantidad de alcohol que tenía en el organismo estaba comúnmente asociada a la muerte.

La investigación judicial, conocida como inquest en el derecho británico y conducida por un juez forense, tiene como objetivo establecer las circunstancias exactas de los fallecimientos de naturaleza violenta o sin explicación, pero no conduce a un juicio ni pretende establecer responsabilidad penal o civil.

Durante la audiencia de este martes se recordó que Winehouse tenía una tasa de alcoholemia cinco veces superior a la permitida para conducir en el Reino Unido, que es de 80 mg.

UN HISTORIAL PROBLEMÁTICO La autopsia realizada dos días después del lamentable deceso de la diva trash del soul no pudo establecer las causas de su fallecimiento el 23 de julio de 2011, pero unas pruebas toxicológicas posteriores arrojaron en agosto la presencia de alcohol mas no de drogas.

A pesar de que Winehouse tenía un largo historial de problemas con el alcohol y la drogas, y de estancias en centros de desintoxicación, varios testigos indicaron después de su muerte, que la intérprete había dejado de beber al menos tres semanas antes.

Amy Winehouse, considerada una de las mejores cantantes británicas de su generación, ganó varios premios, entre ellos cinco Grammys, gracias a su segundo y último álbum de estudio, “Back to Back”, en el 2006.

Pero rápidamente sus excesos y adicciones ensombrecieron su carrera artística, conduciéndola hacia la muerte