SONIA DEL ÁGUILA (@hafidgard)

Cuando aún era niño, Jean Paul Strauss descubrió en la música su verdadera vocación. Se aferró a ella y no la dejó ir. La empleó como pasatiempo, como medio de vida, como camino hacia la felicidad. Sin embargo, hubo algo que la música no pudo hacer con él y el baile sí: desligarlo de sus poses y paradigmas que le impedían acercarse a su público y aceptarse a si mismo.

Fue en 2009, que el artífice de Vibra Perú, ingresó al reality El show de los sueños. Dudoso e inseguro, Jean Paul aceptó el reto de bailar con el propósito de vencer sus miedos y sin imaginarse que en ese proceso su vida cambiaría por completo.

Acepté la propuesta de Susana Umbert (ex socia de Gisela Valcárcel) para bailar porque me parecía un reto grande, que me iba a servir para romper paradigmas y poses que tenía. Antes era acartonado, no sabía dónde poner las manos para que se me vea bien, buscaba siempre mi mejor ángulo… bailar me ayudó a mostrarme como soy ante todo el país y ese fue uno de los mejores regalos que la vida me ha podido dar. Soy una persona antes de El show de los sueños y otra después. Poder, finalmente, ser yo, y que la gente me quiera y acepte como soy es muy gratificante, comentó Jean Paul.

La gente no solo te aceptó también te premió con su voto. Ganaste en Reyes del show y en El show de los sueños quedaste en segundo lugar. La gente votó por mí y no me lo esperaba. A la gente le gustó mi esfuerzo, las ganas que le puse y realmente fue complicado porque tuve que comerme el roche de bailar con una faldita de pajitas y el torso desnudo, jajaja. Cachín, que en ese tiempo estaba de jurado, me vacilaba, decía que parecía una escoba. Fue una de las experiencias más bonitas que he vivido, me acercó al público, me enseñó a aceptarme y quererme como soy.

¿Y la música te ha dado satisfacciones? ¿Has recibido reconocimientos gracias a ella? Muchas. De hecho he ganado premios que nunca pensé ganar, en mi casa tengo un montón de reconocimientos de distintas entidades, en total como 80. También gané una gaviota de plata (en el Festival de Viña del Mar, el 2004). Ese fue el único premio que estaba seguro que ganaría porque me preparé bastante, los demás han sido sorpresivos y emocionantes.

¿Cuál ha sido el reconocimiento más importante que has recibido? Puede sonar a frase rebuscada, pero siempre va a ser el cariño del público. Que la gente me pare en la calle y me pida un autógrafo o una foto es algo emocionante. Ese es un premio de verdad y el día que eso se acabe será el día que no esté logrando el objetivo de conectarme con la gente, será el día de retirarme de los escenarios.

¿Alguna vez pensaste en el retiro? Hay miles de situaciones en la vida que me han hecho pensar en esa posibilidad, es más, dejé la música casi ocho años para dedicarme a mi familia. Me casé a los 22, tuve mi primer hijo a esa edad, y el segundo a los 23, ahora tengo tres y, claro, tuve que trabajar duro para mantenerlos, pero gracias a Dios tomé la decisión de retomar la música con fuerza y no me quejo. Volví con Vibra Perú.

Y precisamente con Vibra Perú preparas una serenata por el aniversario patrio. Así es. Se trata de la primera edición del Festival Serenata Perú, será en el Círculo Militar este 27 de julio. Estaremos con artistas como Eva Ayllón, nuestra estrella principal, y Bareto, quien dará el final de fiesta. Este es un proyecto que se quería hacer desde hace mucho tiempo, ojalá que se convierta en una vitrina para tanto talento que hay en el Perú.

Te has convertido en un impulsor de la música peruana. Dejaste las baladas para dedicarte de lleno a Vibra Perú. Tengo que reconocer que desde que me involucré en el proyecto de música peruana, de alguna manera abandoné un poquito mi lado de compositor y baladista, ya que no volví a hacer un disco de cantautor, pero pretendemos sacar a fin de año uno con temas que han sonado en novelas y emisoras de radio y que nunca han formado parte de una producción. A mí me encasillaron en un formato (baladas) sin saber de dónde provengo. Mi padre, que es argentino y todo el mundo piensa que se llama Fernando de Soria, y en realidad su nombre es Luis Strauss Soria, es hijo de madre peruana. Mi abuelo fue el forjador de todo el movimiento criollo, yo he crecido escuchando a Fetiche, comadre de mi mamá, al Zambo Cavero, Eva Ayllón, Óscar Avilés… he crecido en esta onda peruana y siempre la cantaba. Hice un homenaje con Vibra Perú, y funcionó, ahora estamos en el tercer disco Fiesta Perú.

Pensabas grabar un tema con Dina Páucar. ¿Qué pasó? Eso está pendiente, a Dina la admiro mucho, ella sabe que le tengo un cariño especial. Las ganas están, de hecho en el próximo disco lo vamos a hacer realidad. Queremos hacer un huayno con fusión.

¿Qué opinas de programas como Yo soy, que dan oportunidad a nuevos valores de la imitación para mostrar sus talentos? Creo que es una buena opción, me gusta el programa, lo veo y me divierto, pero me encantaría que surjan más talentos naturales porque de lo contrario nos vamos a llenar de imitadores e imitar no es lo más recomendable. Y nos están quitando chamba, jajaja, hacen shows por todos lados, yo viajo mucho y a donde voy está la gente de Yo soy presentándose. Es bueno que la gente trabaje y me encanta que les vaya bien en todo, pero lo más recomendable es que utilicen esa vitrina para después dedicarse a ser ellos mismos.

Tus hijos Jean Paul y Nicolás te están siguiendo los pasos con la música. ¿Te gusta la idea de que se dediquen al arte? Sí, cuando me dijeron que querían hacer música les dije que sigan nomás, lo importante es ser feliz, el dinero no hace la felicidad, es más, creo que el dinero en exceso trae problemas. La vida se va rápido y nos vamos calatitos, sin un sol, lo importante es disfrutar lo que hacemos.

Tu opinión sobre el viral Agüita de coco originó gran polémica. En las redes sociales te acusaron de racista. ¿Cómo recibiste las críticas? Las críticas van y vienen y las aceptamos, lo que más duele y fastidia son los insultos y agresiones, han habido intentos de agresiones físicas en la calle y eso se vuelve peligroso. Cuando le pasó al hijo de Celine Aguirre, que es mi amiga, nadie entendió lo que realmente había ocurrido, se dedicaron a lapidar a un niño y a una familia que no tenía por qué pagar los platos rotos. Y ahora lo de Eva Ayllón, que dicen que pidió una pensión de gracia y no la pidió, de repente hizo una broma. Da pena la poca tolerancia que hay.

A propósito de ello, ¿estás de acuerdo con que se le otorgue una pensión de gracia a Pedro Suárez Vértiz? Sí, y no por tratarse de Pedro, justo hoy tenía una discusión sana, por Twitter, con mis seguidores, alguna gente piensa con justa razón: por qué no guardó su plata, también es verdad que nunca se imaginó que iba a quedarse sin la herramienta de trabajo. Uno reinvierte su dinero porque esto es una empresa y tienes que seguir creciendo, jamás piensas que algo así te puede pasar. Yo estoy de acuerdo con que se les dé una pensión de gracia a todos los artistas.

EL AMOR EN SU VIDA ¿Cómo surgió el romance con Janet Barboza? ¿Cómo te va con ella? Empezó como un juego, primero fuimos amigos, luego vino la atracción mutua. Nos va muy bien, ya tenemos buen tiempo juntos, casi un año. La gente se sorprendió cuando se enteró de lo mío con Janet, y eso es algo que no logro entender, sobre todo en un país donde se ha hablado tanto de no al racismo. Me cuestionan qué hago con Janet y qué hace ella conmigo. Mi relación con ella es el mejor ejemplo de no al racismo que puede haber.

¿Tienen planes de formalizar la relación o tener hijos? Cada uno tiene sus hijos, por ese lado estamos realizados y no pensamos tener más. En cuanto a la convivencia tampoco está dentro de nuestros planes, cada uno tiene una logística que cumplir y vivimos en dos puntos distintos de la ciudad, es difícil para cada uno mudarse a vivir al otro lado. Estamos contentos como estamos, no nos presionamos, ni dejamos que nadie nos presione.

El DATO Sigue a Jean Paul en su Twitter @jeanpaulstrauss