Juan Diego Capurro (voz, teclado), Efrén Castillo (guitarra), Giancarlo Rebagliatti (bajo) y Alfonso Vargas (batería), en vivo hoy sábado. (Foto: Facebook)
Juan Diego Capurro (voz, teclado), Efrén Castillo (guitarra), Giancarlo Rebagliatti (bajo) y Alfonso Vargas (batería), en vivo hoy sábado. (Foto: Facebook)
Czar Gutiérrez

Un buldócer que acelera en el centro de una catedral gótica. Una locomotora que ha superado largamente los límites de velocidad. Lavadoras, aspiradoras y hornos microondas cantando al unísono. Duchas abiertas. Composiciones de ininteligible lírica. Saturación, acople, ruido estático, silbidos y zumbidos. Remolinos de bajo y golpes secos de tambor.

Todo lo cual ya estaba presente en el insomnio febril de Filippo Tommaso Marinetti (1876 –1944), electricista enamorado de la sensualidad de un radiador adornado de tubos como si fueran “serpientes de aliento explosivo”. Y efectivamente: entre ese automóvil que ruge y es más bello que la Victoria de Samotracia y la metralla de música experimental que azotó el Perú en el amanecer de los años sesenta —Los Saicos, El Álamo, El Polen, Laghonia, Traffic Sound— solo mediaba el sueño futurista: una detonación.

–Lluvia ácida–
A los viejos precursores psicodélicos nacionales les sucedió el trasvase infestado de punk. Y, luego, a sondear el estómago de las infernales máquinas del nuevo siglo. Así, derivados psych, stoner, space y noise infestan los paseos musicales de los novísimos ruidistas peruanos: Jgruu, Hamann, Atomosynth, Operacional, Kusama, Patricia Saucedo, Fifteen Years Old, Bondage, The Underground Parties, Hipnoascención, Coca Negra & Paruro. Y siguen firmas.

Infame turba donde el cuarteto Liquidarlo Celuloide resulta ser el más activo. Ellos acaba de lanzar su enésimo disco hasta un borde que equilibra con la no música. En realidad, lo vienen haciendo desde hace catorce años, cuando Juan Diego Capurro (36) amalgama en algún recóndito lugar de su cerebro “Fiebre de lo misterioso” y “Pradera tóxica” (2003), dos bloques gobernados por un estruendo denso, letárgico y abrumador. Que mutaría hacia el minimalismo más digerible de “Rutas insectívoras” (2006) y los devaneos atmosféricos en el EP “Funktra + Escila” (2008) donde un tacho de basura reverbera acentuando la climática cavernosa.

Con “No más video” (2005) y “Rutas insectívoras” cruzaron el folk hasta decantarse por cierta abstracción industrial en “Espectro piel de reptil” (2009). Pero la línea psicodélica se define en su trilogía “Cruzyficcion monosódica” (2010), “Sinapsis” (2010) y “Disturbia Ingrávida” (2012), donde toda estructura se fisura en medio de un groove desquiciado. Y si “Vértigo magnético” (2014) es una fiesta narcótica, “Superfricción” los muestra tan sólidos como desquiciados explorando la oscuridad.

“Como un fantasma me desintegro / soy un fantasma soy un cadáver / en una tele magnetizada enterrada en su cerebro / la eterna paz no es más real / que una pantalla sin funcionar”, balbucea una voz que atraviesa el éter. Bucea entre Sonic Youth, Bowie, Swans, My Bloody Valentine y Throbbing Gristle. Luego abre las compuestas para el derrame de un río tóxico, denso y brutal que nace en las profundidades de la conciencia y estalla entre la máquina de pedales y el fustón.

MÁS INFORMACIÓN
​6° Feria de Discos y Sellos Independientes
-Bandas: Liquidarlo Celuloide, Taneli Lucis, Korea, Tomar Control, Pounda & Nomodico, Ancestro, El Polen y Ravelers.
-Lugar: Espacio Fundación Telefónica.
-Dirección: Av. Arequipa 1155, Cercado de Lima.
-Fecha: 15 de julio.
-Hora: 3 p.m.
-Ingreso libre.

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