Pink Floyd: una mirada al lado oscuro de su discografía
Pink Floyd: una mirada al lado oscuro de su discografía

FRANCISCO MELGAR WONG

La reputación de como una de las bandas más importantes de la historia del rock descansa, esencialmente, sobre dos discos: "The Dark Side of the Moon" (1973) y "The Wall" (1979).

El primero es una larga suite de canciones -hecha a la manera del lado B del "Abbey Road" de los Beatles- donde se combinan elementos de rock progresivo, krautrock, música soul y rock comercial de una manera prístina, emotiva y elegante. El segundo es una ópera rock escrita por Roger Waters, donde de forma sórdida y dramática se narra el colapso emocional de una estrella de rock. Ambos fueron un éxito de ventas cuando se lanzaron y lo siguen siendo hasta el día de hoy.

Si bien la importancia de estos dos discos en el desarrollo del lenguaje de la música rock es indiscutible, no todos recuerdan que antes de "The Dark Side Of The Moon" la banda ya había grabado siete discos: "The Piper At The Gates of Dawn" (1967), "A Saucerful Of Secrets" (1968),  "More" (1969), "Ummagumma" (1969), "Atom Heart Mother" (1970), "Meddle" (1971) y "Obscured By Clouds" (1972).

En el marco del surgimiento del rock alternativo, la crítica especializada ha reconocido que "The Piper At the Gates Of Dawn" también debería ser considerado, junto con "The Dark Side Of The Moon" y "The Wall" como uno de los discos esenciales de Floyd. Con el paso del tiempo "Meddle" también ha sido catalogado como un álbum esencial en la historia de la banda, llegando a ser considerado por algunos (me cuento entre ellos) como la verdadera obra maestra de Floyd.

Eso nos deja con cinco discos ("A Saucerful of Secrets", "More", "Ummagumma" "Atom Heart Mother" y "Obscured By Clouds", sobre los cuales la crítica no se pone de acuerdo. O, más bien, sobre los que la crítica está de acuerdo en calificar de mediocres. Pero, ¿tienen estos discos algo de valor? En otras palabras, ¿por qué valdría la pena regresar a ellos?

Para empezar, "A Saucerful of Secrets" (1968) es un álbum tiene un buen motivo para volver a él: "Jugband Blues", el último tema grabado por Syd Barrett para Pink Floyd. Barret fue el líder de Pink Floyd durante las grabaciones de "The Piper At The Gates of Dawn" y las canciones que escribió para el grupo son preciosas miniaturas sicodélicas que canalizan el costumbrismo lírico de The Kinks y las texturas psicodélicas de los Beatles de la era del "Sergeant Pepper". "Jugband Blues" es una incomparable muestra de ello:

"More" (1969) es un disco que puede dividirse en dos: las canciones de rock pesado, cuya tosquedad y obviedad no han resistido el inclemente paso del tiempo, y las baladas acústicas que hasta el día de hoy mantienen su misterioso encanto. Si uno escucha los discos solistas que Barrett hizo luego de ser despedido de Floyd notará que estas baladas funcionan como un puente sonoro entre la música del grupo y la de su ex vocalista. De hecho, de la delicada estupefacción vocal y de los despojados arreglos que enmarcan estas canciones surge un mundo de seres que viven dopados por la sensualidad con que perciben el mundo que los rodea.

Aunque luego los propios integrantes Pink Floyd despreciarían a "Ummagumma", el álbum doble que editaron en 1969, considero que esta apreciación es injusta por lo menos con el disco en vivo. La versión que ese disco trae de "Astronomine Domine" (un tema de la era Barrett) es la mejor que grabaron.

El caso de "Atom Heart Mother" es parecido al de "Ummagumma" en tanto contiene algunos excesos de la banda ("Atom Heart Mother", "Alan's Psycholdelic Breakfast") pero algunas canciones breves que merecen ser recordadas con mayor atención. En especial las dos baladas que trae el disco: "If" (que recupera esa vibra acústica de las baladas del "More") y también "Fat Old Sun" (que recuerda a algunas canciones grabadas por George Harrison para "All Things Must Past" o al Big Star de "Sister Lovers").

Finalmente, debo admitir que siempre sentí una debilidad por un tema de "Obscured by Clouds", que marca, en mi opinión, el final de esta primera era de Floyd: "Wots Uh The Deal".

"Dark Side Of The Moon" inicia una nueva etapa en Pink Floyd. A partir de ese momento el grupo se enfocaría en pensar las canciones en función de los discos, y no en hacer canciones para luego recopilarlas en un disco. Esta nueva etapa es la que los consolidaría como paradigmas del 'art rock'. Pero vale la pena escarbar en los discos previos al "Dark Side". A pesar de ser irregulares en su totalidad, reservan tesoros para quien quiera aventurarse en ellos.

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