Luces cumple 20 años: la historia de la sección de cultura y espectáculos de El Comercio

Por: Enrique Planas y Catherine Contreras

El 19 de enero de 1999, en la primera portada de Luces, aparecía la imagen de Salvador Dalí, al conmemorarse 10 años de su muerte en Figueras. Para un miembro de la actual generación 'pos- millennial', el mundo entonces también podría calificarse de surrealista: no existía YouTube ni Facebook, recién llegaban al país los DVD y al lado del televisor se acumulaban los VHS que tardábamos en devolver a la tienda Blockbuster.

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Pero en 20 años no solo las tecnologías han cambiado (y nosotros con ellas). En las páginas de esta sección se han seguido de cerca los lentos pero notables cambios que han experimentado nuestras artes y la industria del entretenimiento. Así, por ejemplo, a la consolidación del ‘boom’ gastronómico se suma, como lo señala el chef Pedro Miguel Schiaffino, el posicionamiento de nuestra cocina en el mundo y la aparición de diversas escuelas que estimulan los sueños de jóvenes aspirantes. Hace 20 años, nada de eso existía.

En el teatro, hay diagnósticos unánimes: el público en las salas se ha multiplicado, la dramaturgia nacional ha adquirido una mayor presencia y los niveles de producción son infinitamente superiores a los estándares de fines de siglo XX. Sin embargo, actores como Alberto Ísola o Marco Zunino nos advierten de una disminución del discurso colectivo, así como una menor presencia del diálogo y la búsqueda. Asimismo, enfocándose en la necesidad del gremio, Bruno Odar apunta la falta de un marco legal para el teatro y los artistas. "El avance paulatino debe, dada su magnitud, tener apoyo del Estado, las municipalidades y la empresa privada", afirma el actor.

Pero si hay un cambio que aún esperamos es el de la descentralización de la actividad cultural. "Lima es el lugar donde todo pasa", lamenta el periodista y escritor Rafo León. "Obviamente hablamos de una apariencia, puesto que en otros ámbitos del Perú hay una efervescencia cultural extraordinaria, joven y entramada con las culturas locales vistas como vanguardias: Arequipa, Puno, Cusco, Tacna, Huancayo, Piura, Trujillo, Chiclayo", afirma. Para León, la creación en el 2010 de un Ministerio de Cultura hasta el momento ha dejado más cuestionamientos que estrategias. "No hay un rumbo coherente desde que se nombró al primer ministro del sector hasta hoy mismo. Nos debatimos entre la interculturalidad y el tema patrimonial pero la cultura viva (salvo Ruraq Maki, un evento formidable) sigue siendo vista con indiferencia", señala.

Mucho hemos cambiado en 20 años. El pintor Christian Bendayán nos dice que en este tiempo el discurso de la abstracción introspectiva de herencia modernista ha dejado de ser predominante y más bien el arte se ha convertido en la expresión de un país que no quiere callar más ante la desigualdad y la corrupción. "Un arte que fortalece la colectividad y no se estanca en glorificar egos", afirma.

Los tiempos están cambiando, cantaba Dylan. Y podemos verlo.