La expresidenta chilena Michelle Bachelet anunció hoy en su primer acto de campaña de cara a los comicios presidenciales de noviembre próximo que si gana en las urnas, su primer proyecto de ley tendrá como objetivo poner fin al lucro y avanzar hacia la gratuidad en la educación.

El primer proyecto que voy a enviar al Congreso va a ser para poner fin al lucro y avanzar en la gratuidad en todos los niveles, señaló la exmandataria (2006-2010), todavía precandidata, en un acto celebrado en Conchalí, un barrio popular del norte de Santiago.

Este es el primer acto público de precampaña que protagoniza Bachelet después de que el pasado miércoles regresara de Nueva York, donde trabajó durante dos años y medio como directora ejecutiva de ONU Mujeres, y anunciara su intención de volver a la Presidencia.

En esa ocasión, Bachelet hizo su anuncio en El Bosque, otro barrio popular de la capital, y sin presencia de representantes del Partido Socialista y del Partido por la Democracia, que la proclamarán su candidata el próximo 13 de abril.

Desde su llegada a Chile, Bachelet no ha aparecido en público junto a ningún representante de los partidos que promueven su candidatura, que registran una baja valoración ciudadana, lejos de la popularidad de la que goza ella.

ENCUESTAS Aunque todas las encuestas la sitúan como ganadora de los comicios de noviembre, Bachelet tendrá que competir antes con otros candidatos en las primarias que la Concertación, la coalición de centroizquierda que gobernó el país entre 1990 y 2010, celebrará el 30 de junio.

Este lunes Bachelet se reunió con dirigentes sociales, en un gesto representativo del acento ciudadano que quiere dar a su candidatura.

Yo pienso que no estamos en la época en que se ofrecía desde arriba un programa para dirigir el país y la gente sólo podía decir sí o no, señaló hoy.

Después hizo un breve discurso pero, tal como ocurrió el pasado miércoles, no respondió a preguntas de la prensa.

REFORMA EDUCATIVA Con su anuncio sobre educación, Bachelet se hace eco de una de las mayores quejas de la ciudadanía, que después de su salida de la Presidencia y la llegada de Sebastián Piñera al poder irrumpió en masivas movilizaciones para reclamar un cambio al sistema educativo impuesto en 1981 por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

En este capítulo la exmandataria se topará con las reticencias de los estudiantes secundarios, que la acusan de haberles traicionado tras sus movilizaciones de 2006, y del resto de la comunidad educativa, que considera que la Concertación no hizo suficientes esfuerzos por modificar el sistema.

Ese modelo ha llevado en la educación primaria y secundaria a una fuerte segregación escolar y a notables diferencias entre centros públicos y privados, y obliga a los universitarios a endeudarse para pagar las elevadas cuotas de sus estudios.