Siete integrantes del Ballet Nacional de Cuba (BNC) abandonaron la compañía durante una reciente gira por ciudades mexicanas para buscar refugio en Estados Unidos, informó un sitio de noticias en Miami .

Annie Ruiz, una de los siete bailarines reconoció que esa decisión fue la más importante que hemos tomando y que íbamos a tomar en nuestra vida.

Es una decisión superimportante. Difícil, porque todas nuestras familias están en Cuba, pero firme, sin pensar en el pasado, pensando nada más en un futuro, asegura la joven de 24 años en el programa Sevcec a fondo, de América TeVe, que se graba en Miami.

Como ella, los otros seis jóvenes que decidieron desertar aprovechando una actuación en Chetumal (México) optaron por viajar a Miami, donde el pasado martes cuatro de ellos grabaron una entrevista en el citado programa que se puede ver hoy en la web de la cadena.

Estamos decididos a luchar, a tener un futuro mejor, económica y artísticamente, explica Ruiz en la entrevista sobre una decisión que nos hace querer vivir más y que todos ellos tomaron de forma consensuada cuando aún estaban en Cuba.

LOS TESTIMONIOS En el mismo sentido se expresa Ariadnni Martín, de 20 años, quien confiesa que fue una decisión muy difícil, pero estaba segura de que iba a prosperar si podía ir a un lugar donde pudiera crecer artísticamente.

He tenido oportunidad de hacer esto muchas veces (salir de Cuba con el ballet) y lo pensaba (desertar), pero me decía qué va, no puedo hacerlo, mi familia, todo el mundo está allá, la gente que quiero. Pero llega un momento en que uno necesita salir adelante y la carrera del bailarín es corta, apunta igualmente Randy Crespo, de 22 años.

Luis Víctor Santana, de 23 años y pareja de Annie Ruiz, explica en la entrevista que lo más duro fue dejar a su familia, amigos y el trabajo de tantos años.

Todos ellos aseguran haber tenido la oportunidad de desertar muchas veces en viajes a Canadá y México, pero en esta ocasión lo tenían muy claro e, incluso, antes de partir se lo dijeron a sus respectivas familias.

Ruiz es la única de los cuatro que tiene algún familiar (un tío) en Miami y sus allegados la apoyaron totalmente, al tiempo que en el caso de Crespo, que es hijo único, la partida fue mucho más dura.

Para mí fue siempre fue mucho más difícil, pero hice esto por mi madre, defiende el joven, que como sus compañeros entró a Estados Unidos por Texas en una travesía en la que todo el tiempo estábamos asustados, pese a que en México teníamos una visa de seis meses.