La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que la Justicia debe castigar los abusos cometidos durante las protestas que se vienen repitiendo en el país desde el pasado mes de junio.

Las declaraciones de la mandataria a través de la red social Twitter se producen un día después de que un coronel de la Policía Militar (PM) fuera agredido por un grupo de integrantes del movimiento Black Block en una protesta en Sao Paulo por el precio del transporte público en la mayoría de ciudades brasileñas.

Rousseff trasladó su solidaridad al coronel Reynaldo Simões Rossi, quien, en su opinión, fue atacado cobardemente por el Black Block, que defiende el uso de la violencia en las manifestaciones.

Agredir y depredar no forma parte del derecho de manifestación. Al contrario, son barbarismos antidemocráticas. La violencia rompe con el derecho de quien se quiere manifestar libremente. La violencia debe ser cohibida, agregó a través de Twitter.

La jefa del Estado recordó que las fuerzas de seguridad tienen la obligación de asegurar que las manifestaciones transcurran de forma libre y pacífica y aseguró que el Gobierno Federal pondrá a disposición del Gobierno de Sao Paulo lo que él considere necesario.

La manifestación, en la que fue quemado un autobús, se saldó con más de 80 detenidos, entre los que se encuentra el agresor del coronel Reynaldo Simões Rossi, identificado como Paulo Henrique Santiago dos Santos, de 24 años, y que fue acusado de tentativa de homicidio, formación de cuadrilla, robo y lesión corporal, según medios locales.

La manifestación congregó a cerca de 3.000 personas, según los organizadores, y recorrió varias importantes vías del centro de la ciudad en una marcha que duró cerca de tres horas.