El ex ministro chino de Ferrocarriles, Liu Zhijun, fue condenado a pena de muerte en suspenso por corrupción y abuso de poder, según anunció hoy un tribunal en Beijing, en una condena que podría ser conmutada a cadena perpetua en dos años.

El ex funcionario, de 60 años, que en 2011 fue despedido del cargo y detenido, habría aceptado sobornos por valor de 64 millones de yuanes (unos 8,1 millones de euros).

El tribunal de China lo acusó de haber aprobado grandes proyectos en el desarrollo del ferrocarril de alta velocidad y de adjudicar lucrativos contratos de transporte a cambio de sobornos. A Liu se le condenó también por haber ayudado a conseguir ascensos a cambio de dinero.

El veredicto forma parte de la campaña anticorrupción del nuevo jefe de Estado y del Partido chino, Xi Jinping, quien quiere actuar contra la corrupción en todos los estratos del funcionariado.

SE SALVÓ DE EJECUCIÓN POR COLABORAR Liu, conocido como el padre de los trenes de alta velocidad, es el miembro del gobierno de mayor rango condenado por corrupción desde la llegada al poder de Xi.

El ex ministro se habría salvado de la ejecución gracias a su colaboración con los investigadores, aseguran medios estatales. Liu habría aportado indicios de otros casos de corrupción, mostrado arrepentimiento y devuelto la mayor parte del dinero, según la prensa. Además, los mayores daños infringidos por su corrupción habrían sido corregidos, afirmó la agencia de noticias oficial Xinhua.

El tribunal mencionó la ayuda prestada por el ex ministro a la directora de una sociedad de inversión de Pekín, Ding Yuxin, a quien ayudó a adquirir participaciones de una empresa que fabricaba ruedas para trenes de alta velocidad. Según Xinhua, gracias a la intervención del ministro Ding y otros empresarios lograron beneficios de 3.000 millones de yuanes (380 millones de euros).