Seis ciudadanos entre ellos el activista Liu Guohi de la provincia oriental china de Shandong fueron detenidos y apaleados, después de que presentaran sus quejas a la esposa del futuro presidente del país asiático, Peng Liyuan, informó la organización China Human Rights Defenders (CHRD).

Todos ellos acudieron a Beijing el pasado 16 de enero para expresar sus quejas ante el Instituto de Arte del Ejército de Liberación Popular (ELP), donde Peng tiene un puesto, contra el trato recibido de oficiales locales.

Tras ser llevados a una comisaría de Beijing, fueron apaleados y obligados a regresar a su ciudad, en la citada provincia, donde se les interrogó durante casi ocho horas, indicó el CHRD.

La policía de la ciudad de Linyi, en Shandong, les confiscó sus teléfonos y mantuvo bajo custodia a Liu, pese a lo cual los seis ciudadanos han asegurado a la organización que volverán a la capital china para intentar encontrar alguna respuesta de las autoridades.

Quienes solicitan este tipo de amparo se acogen a un antiguo sistema imperial para pedir justicia a Beijing cuando han agotado todas las vías legales en sus provincias de origen para resolver agravios.

La mayoría de estas denuncias están relacionadas con expropiaciones forzosas, compensaciones inadecuadas por tierras, por desempleo, maltratos físicos y muertes de familiares en custodia y otros casos de corrupción, por los que los peticionarios esperan durante años una sentencia que no llega malviviendo en Beijing.

El pasado noviembre, un ciudadano de la provincia de Henan, en el centro de China, murió a causa de una paliza cuando era trasladado a su región tras ser detenido en Beijing por pedir justicia en la víspera del XVIII Congreso del Partido Comunista, denunció entonces la organización China Human Rights Defenders.