La sala de cine donde hubo un tiroteo hace casi seis meses, en el que murieron asesinadas 12 personas y decenas más fueron heridas, fue reinaugurado el jueves con una ceremonia de homenaje y una función privada de la cinta The Hobbit: An Unexpected Journey para los supervivientes, pero para algunas de las víctimas la invitación fue una idea escabrosa.

Varias familias boicotearon lo que calificaron como una campaña insensible de relaciones públicas de la cadena de cines Cinemark.

Afirmaron que la empresa, con oficinas corporativas en Texas y que ha permanecido en silencio desde el tiroteo del 20 de julio, no les consultó lo que se debía hacer con el cine y les envió una invitación por correo para la reinauguración del jueves, apenas unas semanas después de que pasaron sus primeras fiestas de fin de año sin sus seres queridos.

Otros, como el alcalde de Aurora Steve Hogan, dijeron que el acto era parte del proceso de sanación y que muchos residentes querían que el cine volviera a operar.

EL ACUSADO James Holmes, un ex estudiante de doctorado en neurociencias, está acusado de 166 cargos por delitos graves, la mayoría por homicidio e intento de homicidio, por la masacre del 20 de julio en el cine Century 16, ahora llamado Century Aurora.

Un juez ordenó que Holmes sea enjuiciado. Se espera que presente su declaración de culpabilidad en marzo.

Las víctimas han presentado al menos tres demandas federales contra Cinemark, alegando que debió proporcionar seguridad para la función de medianoche de la película de Batman The Dark Knight Rises y que una puerta de salida que usó Holmes para ir por sus armas y reingresar al cine debió tener una alarma. En documentos judiciales, Cinemark ha dicho que la tragedia era impredecible y al azar.

Hogan subrayó que la comunidad afronta el luto y que busca recuperarse de diferentes maneras, pero insistió en que la mayoría de los residentes quieren que el cine se reabra.

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