Voceros de los pequeños agricultores del centro de Colombia aspiran a que en antes del fin de semana se selle un acuerdo con el gobierno de Juan Manuel Santos, que hace malabarismos para conseguir recursos adicionales por al menos 1.000 millones de dólares y atender el próximo año las necesidades del sector agrario.

La protesta de los cultivadores iniciada el 19 de agosto, y a la que se sumaron otros sectores como los camioneros que transportan carga, no sólo ha derrumbado la popularidad del mandatario sino que además tiene a sus planificadores económicos en busca de fuentes de financiamiento para cubrir los diferentes compromisos adquiridos para 2014, un año de elecciones presidenciales.

EL DIÁLOGO Delegados del gobierno y de los pequeños cultivadores de papa, cebolla y lecheros, del centro y sur del país, reunidos desde el 27 de agosto en la ciudad de Tunja a unos 130 kilómetros al noreste de Bogotá, han conseguido acuerdos en algunos de los temas reclamados por los productores como aranceles temporales a la importación de leche en polvo, papa congelada y otros siete productos desde países de la Comunidad Andina y Mercosur.

Tales aranceles regirían por dos años, pero no se ha indicado cuánto sería el gravamen de importación, según un comunicado de la mesa negociadora divulgado el miércoles por la noche.

Puede haber un acuerdo final entre hoy y mañana (jueves o viernes), pero quedan los temas gruesos, como el tema del costo de los insumos (abonos y fertilizantes), el tema del financiamiento a los créditos y el tema del presupuesto para el sector agrario en 2014, dijo en diálogo telefónico con The Associated Press desde Tunja César Pachón, vocero de los pequeños cultivadores de Boyacá, donde al menos la mitad de sus 1,2 millón de habitantes se dedican a la agricultura.

FONDOS MILLONARIOS PARA EL AGRO Los campesinos, dijo Pachón, calculan que se requieren al menos 10 billones de pesos (unos 5.200 millones de dólares) para atender todos los reclamos desde subsidios hasta créditos de los productores de todo el país el año entrante, pero el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas indicó que sus cálculos son de unos 2 a 3 billones de pesos adicionales (de unos 1.000 a 1.500 millones de dólares) a lo que ya está presupuestado para el próximo año que es de 1,4 billones de pesos (unos 736 millones de dólares).

Cárdenas, en una entrevista con la radio Caracol, indicó que según la ley el gobierno no puede incluir en el presupuesto nacional gastos que no tengan una clara fuente de financiamiento y que aún no definen de dónde saldrán los fondos para los compromisos con el sector agrario, que a lo largo de todo el año ha protagonizado distintos paros y protestas que alcanzaron su cénit la semana pasada, cuando una marcha estudiantil en apoyo a los cultivadores culminó en violentos disturbios en zonas del centro y sur de Bogotá.

El sector de camioneros de carga, que también estaba en paro desde el 19 de agosto en reclamo de una rebaja de 2.000 pesos (cerca de un dólar) en el precio del galón de combustible, llegó la víspera a un acuerdo por el cual en lugar de aplicarse el descuento demandado se suspenderán las alzas que aplica cada mes el gobierno, según indicó la ministra de Transporte Cecilia Alvarez en su cuenta de Twitter.

CAÍDA DE SANTOS Las protestas provocaron un desplome en la popularidad de Santos, un economista de 62 años, según una encuesta divulgada la víspera. Según el sondeo de la firma Gallup, la popularidad del mandatario cayó de 48% en junio a 21% en septiembre.

Santos, que no ha comentado la encuesta, debe anunciar en noviembre, el plazo máximo legal de seis meses antes de las elecciones presidenciales de mayo de 2014, si buscará o no un segundo cuatrienio de gobierno.

El resultado de la encuesta, que entrevistó a 1.200 personas en cinco ciudades con un margen de error de tres puntos porcentuales, reveló el más bajo porcentaje de popularidad de un mandatario colombiano desde 1999, cuando el entonces jefe de Estado Andrés Pastrana (1998-2002) alcanzó el 21%.