Barack Obama es sin duda uno de los líderes mundiales que más ha lamentado la partida de Nelson Mandela. Minutos después que Jacob Zuma, actual presidente sudafricano, anunciará al mundo la partida del líder histórico de su país, el presidente de Estados Unidos convocó de emergencia a una conferencia de prensa para contarle también al mundo lo mucho que significó Madiba en su vida.

No puedo imaginar mi propia vida sin el ejemplo de Nelson Mandela, dijo el jueves el presidente de la nación más poderosa del mundo a los periodistas presentes en Washington. Mientras yo viva, voy a hacer lo que pueda para aprender de él, agregó.

Y es que para el primer presidente de raza negra en llegar a la Casa Blanca, la vida del hombre africano que derrotó al régimen racista del apartheid es de una referencia imprescindible. Casi al nivel de una veneración. Es probable que nunca volvamos a ver a alguien como Nelson Mandela, remarcó Obama, quien hace unos meses visitó Robert Island, la prisión que albergó por 18 años al primer presidente negro de Sudáfrica.

Pero, ¿cómo conoció Barack Obama a Nelson Mandela? Según informa el portal español elmundo.es, todo empezó en febrero de 1981. Trescientos estudiantes se encontraban albergados en el rectorado del Occidental College de Pasadena, exigiendo a las autoridades de la institución desistir con las inversiones en empresas que tenían intereses económicos con el régimen apartheid.

Uno de los primeros en tomar el micrófono fue un joven llamado Barack Obama, entonces estudiante de 20 años, miembro de la Alianza Socialista Democrática, organización que llevaba a cabo las protestas contra el régimen afrikáner con pancartas tipo El apartheid mata.

Hay una lucha al otro lado del océano. Pero es una lucha que nos conmueve a cada uno de nosotros. Una lucha que nos exige elegir uno de los bandos. No elegir entre negros y blancos o entre ricos y pobres. Es una elección mucho más difícil. Es una elección entre servidumbre y dignidad. Entre justicia e injusticia. Entre compromiso e indiferencia. Una elección entre lo que es correcto y lo que no lo es, dijo Obama en lo que sería su primer discurso político, según da cuenta el medio español.

La institución olvidó con facilidad las palabras del futuro presidente de Estados Unidos, sin embargo para él estas fueron imborrables. Quería quedarme ahí y escuchar mi voz rebotando en la multitud y volviendo a mí en forma de aplausos, escribió años después Obama en su libro autobiográfico Sueños de mi padre.

Tras enterarse de la muerte de Nelson Mandela, el presidente estadounidense ordenó que las banderas de su país estén a media asta. El próximo domingo 15 de diciembre le dará el último adiós al personaje que más marcó en su vida.