(Foto: Reuters)
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Redacción EC

La nueva Constitución de , que se debatió hoy en el Parlamento de la isla e irá a referendo en febrero, sentencia que el país "no volverá jamás al capitalismo" y abraza el comunismo, pese a que el término se había eliminado en el primero de los borradores de la reforma constitucional.

El documento, que ratifica al Partido Comunista (PCC) como "único" y "fuerza política dirigente superior de la sociedad y el Estado", agrega que esa organización "orienta los esfuerzos comunes en la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista".

La explicación fue ofrecida por el secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, también coordinador de la comisión de redacción ante el plenario de la Asamblea Nacional (Parlamento), que debatió el viernes el proyecto.

Los diputados vivieron el segundo y último pleno del año el texto final de la nueva Carta Magna, aunque hasta mañana sábado no tendrá lugar la votación, en la que previsiblemente el proyecto quede aprobado y listo para ser llevado a referendo el 24 de febrero del año que viene.

La aspiración al comunismo que aparece en la Constitución vigente (1976) se eliminó del borrador inicial del nuevo texto pero se volvió a añadir ahora, después de que más de 1.800 cubanos lo solicitaran durante el proceso de consultas populares al que se sometió el proyecto de nueva Carta Magna.

Además, en el preámbulo del texto se establece que Cuba "no volverá jamás al capitalismo como régimen sustentado en la explotación del hombre por el hombre" y que "solo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad".

Según explicó hoy a los diputados Acosta, la inclusión del término "desmiente cualquier intento de tergiversación sobre ese asunto".

Sostuvo, además, que este proyecto constitucional "derrota las campañas dirigidas a sembrar dudas o negar su carácter democrático" y desmiente a quienes decían que "todo estaba decidido de antemano".

A lo largo de la jornada se fueron desgranando los cambios introducidos en el texto final, al que se han añadido 760 enmiendas al borrador propuesto inicialmente por la Comisión Constitucional que lidera el ex presidente y primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), Raúl Castro.

Los cambios al texto inicial se realizaron tras un proceso de consultas populares de tres meses en el que participaron casi nueve millones de cubanos, incluida, por primera vez, la comunidad emigrante.

Otro de los principales cambios respecto al borrador inicial y que ha generado polémica es que la Constitución no definirá qué sujetos integran el matrimonio, lo que pospone el debate sobre las uniones homosexuales, un tema que se dirimirá en referendo en el plazo de dos años, cuando se modifique el Código de Familia.

"Hemos buscado un equilibrio necesario, porque la Constitución debe generar consenso en la sociedad", adujo Acosta en referencia al intenso debate y opiniones encontradas sobre la aprobación del matrimonio gay.

La Carta Magna de 1976 establecía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer y el primer borrador proponía cambiar esa definición por la de la unión entre dos personas con capacidad legal para ello, lo cual fue muy celebrado por la comunidad homosexual, decepcionada ahora por que este cambio haya quedado descartado.

Entre las novedades que aportará esta Constitución está el reconocimiento de la propiedad privada, mencionada en el texto por detrás de la propiedad socialista de todo el pueblo y la cooperativa, y a la que siguen la propiedad mixta, la de instituciones y formas asociativas y la personal, en último lugar.

Respecto a la concentración de la propiedad, la Constitución precisa que "el Estado garantiza una más justa redistribución de la riqueza".

Por contra, no hay cambios en el sistema político del país, que seguirá regido por el PCC, aunque hoy se supo que durante el debate popular del texto 262 cubanos se mostraron en contra del esquema de partido único.

Respecto a la libertad de prensa, el texto recoge que en ningún caso los medios fundamentales de la comunicación serán objeto de propiedad privada.

También se mantiene sin cambios la propuesta inicial de que el presidente de la República se elija de entre los diputados a la Asamblea, solo pueda ejercer el cargo durante dos mandatos de cinco años consecutivos y que para ser electo deba tener más de 32 años y no más de 60 (en el primer mandato).

Durante el periodo de debates populares, fueron 11.080 personas las que pidieron que se modificara ese sistema de elección para que los cubanos pudieran votar directamente a su presidente.

En total, el texto final que votará mañana el pleno de la Asamblea Nacional ha quedado modificado en un 60 % respecto a la propuesta inicial de nueva Carta Magna. 

Fuente: AFP / EFE

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