La situación en Grecia empeora. Antes de que el 2013 culmine, el Gobierno despedirá a 4000 funcionarios. Mientras que otros 25000 empleados serán colocados en reserva laboral, es decir en un esquema que los mantenga en servicio, pero fuera de actividad.

En respuesta, los sindicatos griegos han convocado a una nueva huelga general de 24 horas (la quinta en este año) para el 6 de noviembre. El paro de actividades es liderado por la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE), y el sindicato de los funcionarios ADEDY.

Ambos grupos protestan por los despidos masivos en el sector público y el desempleo causado por la liberalización del mercado laboral.

Mientras tanto, aquellos que sean puestos en reserva laboral, seguirán cobrando el 75 % de su salario por un periodo máximo de ocho meses, a cuyo término serán recolocados o, en su defecto, despedidos.

Estas medidas forman parte de las condiciones impuestas a Grecia por la junta de acreedores formada por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.