El presidente de Ecuador, Rafael Correa, que se presenta a la reelección en los comicios del próximo domingo, pidió hoy a los ecuatorianos en el cierre de su campaña una mayoría contundente para su movimiento político en la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral del país andino.

Correa, que es el favorito de cara a las elecciones, arremetió contra el populismo grotesco y contra la partidocracia, en referencia a los partidos tradicionales, en un mitin en Quito frente a una masa de partidarios que agitaban las banderas verdes del movimiento oficialista Alianza País.

Digan lo que digan, Rafael Correa es el mejor, decía una pancarta.

Desde el estrado, el presidente presentó uno a uno a los candidatos a asambleístas por la provincia de Pichincha, donde se ubica Quito, y pidió a sus partidarios que voten por todos ellos para lograr una mayoría contundente para hacer esta revolución irreversible.

ATACÓ A ANTERIORES GOBIERNOS Como ha hecho durante la campaña, Correa recordó a los ecuatorianos de la grave crisis financiera que afectó a su país en 1999, en la que el Estado intervino bancos en bancarrota a un costo de miles de millones de dólares para el erario público.

Los mismos de siempre nos quieren volver al pasado, prohibido olvidar ese pasado de feriados bancarios, de incautación de nuestros depósitos, de emigración forzosa, dijo con voz ronca.

Guillermo Lasso, uno de sus principales rivales, era director del Banco de Guayaquil antes de lanzarse a la campaña. El ex banquero ha enfatizado que su entidad no necesitó dinero público durante la crisis porque estuvo bien gestionada.

Ocho candidatos se disputarán la Presidencia de Ecuador el próximo domingo, incluido Lasso y Correa, un economista de izquierda que está en el poder desde 2007.