Hablando a través de una tubería de ventilación de 10 centímetros (4 pulgadas) de diámetro, negociadores de la policía intentaron por tercer día comunicarse con un hombre para que libere a un niño y ponga fin a una confrontación en un refugio subterráneo en Alabama.

Varios vecinos identificaron al sospechoso como Jimmy Lee Dykes, un chofer retirado de camiones que se mudó hace más de un año a su vecindario. Es sospechoso de abordar un autobús escolar, matar a tiros al conductor y llevarse a un niño de 5 años a un búnker rural. El hombre está atrincherado con el menor en una pequeña habitación que las autoridades comparan con un refugio contra tornados, que son comunes en el área.

James Arrington, jefe de policía en el pueblo vecino de Pinckard, dijo que el refugio está a unos 1,2 metros (4 pies) bajo tierra, con un espacio de unos 1,8 por 2,4 metros (6 por 8 pies) y tiene un tubo de PVC a través del cual hablan los negociadores.

Hay señales de que la confrontación seguirá un tiempo: el legislador estatal Steve Clouse, quien visitó a la familia del niño, dijo que el búnker tiene alimentos y electricidad, y que el menor estaba mirando televisión. En un momento las autoridades entregaron medicamentos para el niño a través de la tubería después que su captor aceptó recibirlos, dijo Clouse. El jefe de policía informó que el captor les dijo que ha estado durmiendo y que ya antes ha pasado largos períodos en el refugio.

Clouse visitó a la madre del niño el jueves y dijo que está pendiendo de un hilo. La mujer le indicó que el niño padece del síndrome de Asperger, una especie de autismo, así como trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

OPERATIVO El jueves, decenas de carros de la policía y agentes del FBI bloqueaban la entrada a la carretera de arcilla. Cerca había estacionada por lo menos una ambulancia. Las casas de la zona fueron evacuadas después que las autoridades encontraron lo que creyeron que era una bomba en la propiedad.

Hasta donde sabemos, no tienen ninguna relación. El hombre sólo quería un niño para tenerlo de rehén, dijo Michael Senn, un pastor que ayudó a confortar a menores traumatizados después de los hechos.

Las autoridades no ofrecieron detalles de la situación y no está claro si Dykes ha presentado alguna demanda.