El presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes dijo el domingo que el FBI investiga tanto en Estados Unidos como el extranjero para determinar si los sospechosos en el atentado del maratón de Boston fueron entrenados a fin de poder perpetrar el ataque.

Dzhokhar Tsarnaev, de 19 años, es acusado de unirse a su hermano Tamerlan, ahora muerto, en la colocación de los artefactos caseros preparados con ollas de presión cargadas de explosivos y metralla. Esos artefactos fueron detonados por control remoto de forma parecida a ciertos juguetes electrónicos con mando a distancia, según las autoridades estadounidenses.

Los funcionarios estadounidenses que investigan las explosiones dijeron a The Associated Press que hasta ahora no hay prueba alguna de una conjura más amplia, incluyendo entrenamiento, dirección o financiación para el ataque.

Una denuncia federal que menciona los cargos contra Dzhokhar Tsarnaev indica que tenía en sus manos un teléfono celular antes de la primera explosión.

LA SOSPECHA DEL CONGRESO Creo que dado el nivel de sofisticación de este artefacto, el hecho de que la olla a presión sea el arma favorita de lo que ocurre en Pakistán, Afganistán, me impulsa a creer — y la forma en que manejaron estos artefactos y su preparación — que hubo un entrenador y la pregunta es dónde se encuentra el entrenador o los entrenadores, dijo el representante republicano Michael McCaul a la cadena de televisión Fox.

En la cadena de televisión ABC, el moderador George Stephanopoulos planteó al presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes si el FBI sospecha que los hermanos recibieron ayuda en la fabricación de los explosivos.

Absolutamente, y no sólo eso, sino que en el proceso de auto radicalización fue necesario el apoyo exterior, respondió el representante republicano Mike Rogers

EL PADRE NO VUELVE En tanto, el padre de los sospechosos ha abandonado sus planes de viajar a Estados Unidos para ver a Dzhokhar y sepultar a su hijo mayor, Tamerlan, quien fue abatido a balazos por la policía en un tiroteo cuatro días después de los atentados bomba, dijo el domingo a Reuters en una entrevista en el sur de Rusia.

Anzor Tsarnaev afirmó que no le permitirán ver a su hijo Dzhokhar, que fue capturado y que ha sido acusado en relación a los atentados bomba del 15 de abril que acabaron con la vida de tres personas e hirieron a 264.

No voy a volver a Estados Unidos. Por ahora estoy aquí. Estoy enfermo, declaró Tsarnaev. El hombre accedió a una entrevista cara a cara con la condición de que no se revelara la localidad en la que se encuentra en el Cáucaso Norte, una serie de provincias mayormente musulmanas en el sur de Rusia.

Desafortunadamente, no puedo ayudar a mi hijo en forma alguna. Estoy en contacto con los abogados de Dzhokhar y con los míos propios. Me dijeron que me dirán (qué hacer), sostuvo.