Más de mil personas se congregaron esta tarde en Madrid en las inmediaciones del Congreso de los Diputados, siguiendo el llamamiento de una plataforma a asediar la cámara baja del Parlamento español de forma indefinida hasta lograr la dimisión del gobierno de Mariano Rajoy.

Hoy el país europeo superó en el primer trimestre de este año, por primera vez, los seis millones de desempleados, en medio de la grave crisis económica que se instaló hace casi cinco años en el país y que va agravando cada vez más el drama de la falta de trabajo, batiendo récord tras récord.

La protesta transcurría primero tranquila y luego un poco violenta, en medio de un imponente despliegue de las fuerzas de seguridad, que blindaron el Congreso de los Diputados y sus alrededores desde primera hora de la mañana.

La afluencia a la concentración era más baja que la de otras manifestaciones junto a la cámara en meses anteriores, cuando miles de personas clamaron allí contra el sistema y las políticas del Ejecutivo de Rajoy frente a la crisis económica.

Durante la concentración, tres personas, una de ellas menor de edad, fueron detenidas esta tarde por llevar objetos que podían ser usados en disturbios, como petardos, un bote de ácido, piedras y bolas de rodamiento. Uno de los detenidos portaba un cuchillo. El menor llevaba además en su celular instrucciones para hacer un cóctel molotov, informaron medios españoles.

En la madrugada y la mañana habían sido detenidas ya 15 personas en el marco del operativo de cara a la concentración. Cuatro de ellas formaban parte de una célula anarquista violenta que pretendía provocar incendios en la capital, según el Ministerio del Interior.

En las inmediaciones del Congreso de los Diputados se desplegaron 1.400 agentes de policía, un operativo mucho mayor que en otras ocasiones. Las fuerzas de seguridad establecieron un perímetro de seguridad con vallas y cortaron calles cercanas a la cámara. Un helicóptero sobrevolaba continuamente la zona.

La protesta fue convocada por una autodenominada Plataforma ¡En pie!, que llamó a un asedio indefinido del Congreso de los Diputados hasta que el gobierno de Rajoy dimita en bloque y se disuelva el Parlamento. Los convocantes llamaron a romper el cordón policial para llegar hasta las puertas del edificio.