El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, compareció hoy públicamente para condenar la deplorable violencia registrada hoy en Egipto, que consideró un grave golpe a la reconciliación del país, pese a lo cual afirmó que todavía hay una posibilidad de lograr una solución política.

Según los últimos reportes del Ministerio de Salud egipcio, son 278 los muertos, de los cuales 43 son policías. El vicepresidente renunció ante el desborde de violencia.

Estados Unidos condena fuertemente la violencia y derramamiento de sangre de hoy en Egipto, que constituye un grave golpe a la reconciliación y a las esperanzas de los egipcios de una transición a la democracia y la inclusión, dijo Kerry en una inesperada comparecencia en el Departamento de Estado.

El jefe de la diplomacia estadounidense llamó a todas las partes en Egipto aunque subrayó específicamente el papel del gobierno y de los militares también a dar un paso atrás, calmar la situación y evitar la pérdida de más vidas, a la par que instó al gobierno interino a concluir lo antes posible el estado de emergencia hoy decretado.

BREVEDAD DEL ESTADO DE EMERGENCIA Creemos que el estado de emergencia debería acabar lo antes posible, sostuvo Kerry, en coincidencia con lo expresado previamente por la Casa Blanca.

Un Kerry de gesto muy serio advirtió que Egipto se encuentra en un momento crucial que definirá probablemente su futuro, en función del camino que decidan escoger gobierno, partidos y sociedad.

El camino hacia la violencia sólo lleva a una mayor inestabilidad, desastre económico y sufrimiento, advirtió en este sentido.

Según Kerry, sólo hay un camino posible, el que lleve a una solución política, y añadió que éste, aunque cada vez más difícil, todavía es transitable.

El único camino sostenible para todas las partes es uno hacia una solución política, estoy convencido de que ese camino sigue abierto y que es posible, aunque los hechos de hoy lo han hecho mucho más duro y difícil, advirtió.