El presidente boliviano, Evo Morales, celebró hoy como una victoria moral del pueblo la aceptación por la ONU del mascado de coca, después de que ésta diera luz verde a que Bolivia se reincorpore a su Convención Antidroga de 1961 con una excepción sobre esta tradición ancestral andina.

No es fácil hacer cambiar una legislación internacional. Habían decidido acabar con la hoja de coca en 25 años, y con ello acabar con nuestra cultura, nuestra identidad, dijo Morales en una declaración ante la prensa.

Naciones Unidas aceptó ayer la solicitud de Bolivia de reincorporarse a esa Convención con la salvedad sobre el mascado de coca o acullicu, al haberse opuesto sólo 15 países de los 61 cuyo veto habría sido necesario para frenar la iniciativa del país andino.

La hoja de coca ha sido penalizada, satanizada y criminalizada a nivel internacional. Los consumidores han sido tachados de narcodependientes y los productores, de narcotraficantes, lamentó Morales, quien antes de asumir la presidencia fue líder sindical de los productores de coca, también llamados cocaleros.

Esta salvedad reivindicaba el tradicional mascado de coca de los pueblos andinos frente a la citada Convención de la ONU, que en su artículo 49 veta esta práctica con el argumento de que esa planta contiene los alcaloides base para fabricar cocaína.

¿Quiénes la objetaron? Sólo 15 países, a la cabeza el Gobierno de Estados Unidos, aseveró Morales.

Además de EE.UU., vetaron el reingreso de Bolivia a la Convención antidroga con la salvedad sobre el acullicu Rusia, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Suecia, Finlandia, Portugal, Israel, Irlanda, Japón y México.