Eusebio Carrasco amaba tanto a su perro que se prometió a si mismo que cuando falleciera le haría un funeral digno de un hijo. Recursos no le faltaban, pues es propietario de una funeraria en la localidad de Ceiba, Puerto Rico. Así que, cuando el fatídico día llegó de improviso, pues el can no tenía ninguna enfermedad, al menos que su dueño conociera, Brownie acabó metido en un ataúd, con una rosa blanca entre sus patitas delanteras.

Hasta la capilla ardiente llegaron decenas de perros, acompañados de sus amos, que sí entendían de qué se trata el inusual encuentro. “Yo hago esto para crear conciencia de que las mascotas se deben cuidar porque son parte de nuestro núcleo familiar. Yo siempre decía que si se me moría lo iba a tratar como a un hijo mi idea era disecarlo pero como murió domingo no pude hacer los contactos. Así que decidí velarlo aquí, contó Eusebio al diario puertorriqueño Primera Hora, que rescató esta historia.

Como en cualquier servicio fúnebre, el cadáver de Brownie fue expuesto durante horas, antes de ser enterrado en un pequeño panteón creado para la ocasión al frente de la funeraria de don Eusebio, que recibió numerosas demostraciones de solidaridad y la visita de no pocos curiosos.

Cuiden a sus animales se han llevado un pedazo de mi alma, dijo el amo en la ceremonia del entierro. Luego se le cortó la voz y se puso a llorar, mientras los asistentes arrojaban flores al nicho de Brownie.

“Fuiste mi consolador en todos los momentos difíciles. En momentos de llanto secaste mis lágrimas. Jugabas conmigo y me acariciabas con tus patitas. Por eso eres, fuiste y siempre serás especial para mí”, dice el mensaje impreso en las tarjetas recordatorias del funeral. El mismo texto será grabado en la lápida de Brownie.

(Mira aquí el video del funeral de Brownie)

Quienes no se enternecieron ante la escena fueron las autoridades sanitarias, que luego de enterarse del funeral canino señalaron que don Eusebio se expone a una sanción administrativa y una multa de 5.000 dólares, pues no pidió permiso para realizar la inusual ceremonia, que no está contemplada en la normativa.

Brownie, además, fue velado sin antes haber sido embalsamado, lo que representaba un potencial riesgo sanitario.

El presidente de la Cámara de Dueños de Funerarias de Puerto Rico también criticó la decisión de su colega de Ceiba, y la calificó como una falta de respeto a los empresarios del ramo. “No estoy en contra de lo que se hizo, si el animalito se prepara tiene derecho también, pero considero que la forma en que lo hizo esta persona no estuvo bien”, expresó, consultado por Primera Hora.

TAGS RELACIONADOS