Las pandillas M18 y la Mara Salvatrucha firmaron un acuerdo de cese de la violencia en Honduras bajo la mediación del obispo Rómulo Emiliani y el alto funcionario de la Organización de Estados Americanos (OEA) Adam Blackwell.

El acuerdo fue suscrito en el centro penal de San Pedro Sula, a 250 kilómetros de Tegucigalpa, considerada una de las ciudades más violentas del mundo, aunque las partes aclararon que no se trata de una tregua, como lo hicieron sus similares en El Salvador el año pasado.

Según los líderes de las pandillas y de monseñor Emiliani, el acuerdo de cese de la violencia tiene como finalidad establecer principios de reconciliación con la sociedad.

UN PACTO ANTE DIOS Y LA SOCIEDAD El líder de la Mara Salvatrucha (MS-13), que no se identificó y tenía su rostro cubierto con una pañoleta, dijo que dieron ese paso porque quieren la paz y pidió al presidente Porfirio Lobo que los escuche. Indicó que buscan una rehabilitación tanto para los de adentro (los detenidos en cárceles) como los de afuera (los que están libres). Aseguró que a partir de hoy, cero violencia.

Aunque se negó a detallar en qué consiste el acuerdo, el líder de la MS-13 dijo que el pacto incluye todo lo que puede perjudicar al ser humano, remarcando que es ante Dios, ante nuestras autoridades y ante la sociedad.

Por su lado, el líder de la Mara 18 dijo que quieren escuchar al gobierno. Previamente, el presidente Lobo indicó que apoyarían la firma de cualquier documento.

LA VIOLENCIA EN HONDURAS Las maras, que nacieron en Estados Unidos, se convirtieron en las organizaciones criminales más temidas desde mediados de los años 90 del siglo pasado.

Honduras es considerada la nación más violenta del mundo, fuera de las zonas de guerra, según Naciones Unidas. El Observatorio de la Violencia de la Universidad estatal de Honduras estima que hay 85 muertos por cada 100.000 habitantes.