MELVYN ARCE RUIZ @estenopeica Redacción Online

Además de ser un orador polémico, el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez se caracterizó por una personalidad estrafalaria que fue inmortalizada por biógrafos y periodistas de su país en una serie de publicaciones.

EN MEMORIA DEL LIBERTADOR Una de las más saltantes fue su fascinación por la figura de Simón Bolívar Bolívar en honor a cuya memoria solía visitar la Quinta San Pedro Alejandrino, en la cual falleció el libertador.

Según contaba Zarita Abelló de Bonilla, directora del citado recinto, Chávez visitó el lugar, ubicado en Santa Marta, Colombia, con cierta frecuencia durante 24 años y llegó a ofrecer apoyo económico para mantener el lugar bien conservado.

También es sabido que Chávez solicitaba que se colacara un cuadro con la imagen de Bolívar en los hoteles en los que se hospedaba. En Santa Cruz, Bolivia, se volvieron locos buscando la pintura, porque Chávez, en aquellas fechas, principios del presente siglo, solicitaba que fuera de cuerpo entero, relató en su momento el diario español El Mundo.

Muy descriptiva también resulta la anecdóta relatada por los periodistas Alberto Barrera y Cristina Marcano en el libro Hugo Chávez sin uniforme, donde se explica que el mandatario venezolano solía mantener una silla vacía durante sus reuniones para que esta sea ocupada por Bolívar.

EXCAVANDO EN LA HISTORIA También en memoria de Bolívar, en marzo de 2006, Chávez decretó que se le añada una octava estrella a la bandera venezolana. La decisión respondía a un decreto del que Bolívar realizó en noviembre de 1817, en el que ordenaba la inclusión de dicho símbolo en representación de la provincia de Guayana.

Sin embargo esta fascinación por la imagen de Bolívar llegó a su punto máximo en julio del 2010, cuando ordenó exhumar los restos para esclarecer las dudas sobre las causas que llevaron a la muerte al libertador.

Confieso que hemos llorado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada. Dios mío. Cristo mío, escribió luego en su cuenta de Twitter.

EL PRESIDENTE 2.0 Y UNA REPATRIACIÓN DE ORO Y es que una de las fascinaciones más recientes de Chávez fue la red social de Twitter, donde participaba con asiduidad publicando mensajes de diversa índole.

Una gran sorpresa para sus seguidores y el mundo en general se produjo en mayo del 2012, cuando le regaló una casa a su seguidora número tres millones.

La joven, llamada Natalia Valdivieso, tenía 19 años de edad y vivía en una casa muy humilde en el estado de Nueva Esparta.

Y ya que hablamos de hogares. Chávez generó titulares en el 2011 por una millonaria operación para repatriar 190 toneladas de oro.

Chávez ordenó traer desde Gran Bretaña, Suiza, EE.UU. y Canadá todo el oro de las reservas venezolanas. Según imformó la agencia Reuters el costo total de la operación rondó los 9 millones de dólares incluyendo transporte, escolta, seguro y reaseguro.

ESE NOMBRE NO Memorable también fue cuando en el año 2007 presentó una ley para prohibir una serie de nombres que los venezolanos de menores recursos solían poner con asiduidad a sus hijos. Entre ellos, Hitler, Apolo Tres, Kennedy o John Wayne.

Tras la polémica por lo represiva que le resultaba esta medida a algunos ciudadanos, su gobierno explicó que la propuesta surgió para preservar el equilibrio y desarrollo integral del niño.

Pero esta no fue la única ocasión en la que Chávez tomó medidas ante un nombre. En el artículo 18 del proyecto de reforma de la Constitución Política del Estado venezolano se planteó la posibilidad de cambiar el nombre de la ciudad de Caracas de Santiago de León por el de Caracas la Cuna de Bolívar y Reina del Guaraira Repano.