En Brasilel racismosigue presentey se extiende hasta el mbito laboral. Ser mujer y negra representatrabajar ms, cobrar menos y ver limitadas las oportunidades en un mercado laboral todava dominado por los hombres, a pesar de los avances registrados en las dos ltimas dcadas, como muestra un informe divulgado hoy por un centro de investigacin gubernamental. Seguir a @Mundo_ECpe El estudio Retrato de la desigualdad de Gnero y Raza, realizado por el Instituto de Pesquisa Econmica Aplicada (Ipea), seala que entre 1995 y 2005 las mujeres negras brasileas fueron el colectivo laboral que percibi un salario menor por su trabajo.

La mujer negra est en la base de la sociedad. Est con mayores desventajas, dijo a EFE la investigadora Natlia Fontoura, una de las autoras del informe.La marginacin comienza en el mbito educativo, donde la tasa de analfabetismo en 2015 fue del 10,2%, frente al 4,9% registrado entre las mujeres de raza blanca.

La cuestin racial se suma, segn Fontoura, a la desigualdad de gnero, tambin profunda en el mayor pas de Latinoamrica, lo que coloca a las mujeres negras en una posicin todava peor.

Venimos de una sociedad en que las mujeres siempre ocuparon posiciones inferiores, con esclavitud. Nunca hubo polticas para impulsar a la poblacin negra, denunci la especialista.

De media, el salario mensual de una mujer negra en Brasil es casi 500 dlares menor que el sueldo medio de un hombre blanco.

En 2015 el salario medio de un adulto blanco era de 2.509,7 reales (unos 805 dlares) frente a los 1.027,5 que reciba una mujer negra (unos 330 dlares).

La tendencia se ha mantenido inalterable durante los ltimos 20 aos, con las mujeres negras como el sector poblacional que menos renta recibe, a pesar de que en ese periodo su salario se ha revalorizado un 80 %, frente al 11 % que creci el de los hombres blancos.

Las mayores dificultades en el terreno educativo se traducen en una formacin peor y, a su vez, en el acceso a peores puestos de trabajo con remuneraciones menores.

El 18 % de las trabajadoras negras y el 10 % de las blancas estn empleadas en el sector domstico, aunque, en igualdad de situaciones, las ltimas gozan de mejores condiciones, segn Fontoura.

La brecha tambin se percibe en la tasa de paro, que lleg en 2015 hasta el 17,4 % para las mujeres negras con estudios medios, frente al 11,6 % de la media femenina.

A nivel general, los avances para reducir las diferencias de gnero en la educacin no se han reflejado en el mercado de trabajo, donde la mayor parte de los indicadores muestra una jerarqua estancada dominada por los hombres blancos, recoge el informe.

Las mujeres brasileas trabajan de media 53,6 horas semanales frente a las 46,1 de los hombres, es decir 360 horas ms a lo largo de un ao.

Necesitamos de polticas pblicas para enfrentar esas desigualdades, asegura Fontoura, que lamenta que las distancias salariales entre ambos sexos siguen siendo muy grandes.

Adems, la tasa de participacin laboral femenina es an muy baja, segn el informe, que subraya que casi la mitad de las brasileas en edad activa contina fuera del mercado de trabajo.

El documento constata que existen barreras para que las mujeres abandonen la casa y se incorporen al mercado de trabajo, pese a los avances de las ltimas dcadas, y alerta de que ese techo de participacin ser difcil de superar.

En el mbito domstico, el 40 por ciento de los hogares de Brasil est encabezado por mujeres, aunque en un 34 por ciento de los casos existe un cnyuge en el ncleo familiar.

Un aspecto que parece indicar un cambio en los patrones de la sociedad brasilea, ms tolerante con modelos en los cuales la mujer es aceptada como referencia familiar y asume ese papel independientemente de lo que los hombres piensen al respecto.

Fuente:EFE.

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