El obispo católico de Limburg, en Alemania, viajó al Vaticano para discutir su comportamiento financiero.

Franz-Peter Tebartz-van Elst a quien los medios alemanes llaman el obispo de lujo se enfrenta a pedidos de renuncia, a raíz de que el costo de la renovación de su residencia oficial ascendió de los presupuestados US$3 millones a US$50 millones.

También se le acusa de tratar de ocultar los excesos del gasto. En Roma se encontrará con el jefe de la Iglesia alemana, el arzobispo Robert Zollitsch.

No está claro si el papa Francisco intervendrá en el asunto. Desde su elección, el Papa ha exhortado a la institución a promover un estilo de vida frugal y sencillo.