Por primera vez desde el estallido de la violencia en Siria hace dos años y medio, el Consejo de Seguridad de la ONU votó hoy por primera vez a favor de una resolución sobre el país árabe.

El consejo insta por unanimidad al régimen de Bashar al Assad a entregar todas sus armas químicas, para que sean destruidas.

En la reunión participaron, entre otros, también los ministros de Relaciones Exteriores de los cinco países con derecho a veto Rusia, Estados Unidos, China, Reino Unido y Francia.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien estuvo presente durante la votación, calificó el documento de resolución histórica y felicitó a los miembros del Consejo de Seguridad.

Estas son las primeras buenas noticias sobre Siria desde hace tiempo, dijo Ban. La resolución aprobada garantizará que las armas químicas en Siria sean puestas en un lugar seguro lo antes posible y puedan ser destruidas.

PLAN DE LA HAYA Previamente, la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) aprobó en La Haya el plan para el control y la destrucción de las armas químicas de Siria.

El plan, que entra en vigor de inmediato, prevé que las armas químicas que posee Siria sean destruidas antes de mediados del año próximo.

Las inspecciones comenzarán el martes, según el plan. El lunes, los primeros inspectores de la OPAQ viajarán a Damasco.

La aprobación del plan por parte del consejo ejecutivo de la OPAQ era condición necesaria para que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe la resolución sobre Siria, cuyo borrador había sido acordado el jueves entre Moscú y Washington.

EN UN MES El consejo ejecutivo de la OPAQ instó a Siria a exponer en el plazo de una semana todos los datos sobre las existencias y arsenales. A más tardar el 1 de noviembre se deberán haber destruido todas las fábricas de producción.

El director general de la OPAQ, Ahmet Üzümcü, habló de una decisión histórica. Un encargo de la OPAQ de este tipo extraordinario requiere del respaldo de Naciones Unidas. La ONU debería prestar seguridad y logística, indicó.

La OPAQ instó a todos los países miembro a respaldar con fodos la operación. Según la Convención de Armas Nucleares, Siria es responsable de destruir las armas, pero por el apuro que hay en hacerlo, se necesita ayuda internacional.