Dos jóvenes fueron absueltos hoy por la justicia de Camerún luego de pasar más de un año de prisión, acusados de homosexualidad por pedir una copa de Baileys en un lugar público.

En julio de 2011, la policía detuvo a Jonas Kumie y Djome Franky cuando salían de una discoteca, por lucir como una pareja de homosexuales. Sin embargo, las autoridades afirmaron despejar sus dudas cuando personal del bar les aseguró que ambos habían tomado una copa de Baileys.

Su detención era ilegal. El juez que originalmente los había condenado afirmó que la forma de vestir, de hablar y el hecho que hayan tomado Baileys demostró que eran homosexuales, sostuvo Alice Nkom, abogada de los acusados. En un principio, Kumie y Franky recibieron una pena de cinco años de cárcel.

La homosexualidad es ilegal en el país africano. Sin embargo, incidentes como este manifiestan la creciente disparidad entre una sociedad mayoritariamente conservadora y las nuevas generaciones, menos preocupadas por el tema.

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