Londres amenazó a Ecuador con intervenir y sacar al fundador de Wikileaks, Julian Assange, por la fuerza si es necesario, de su embajada en Londres, donde se encuentra refugiado, citando como base legal el Acta de Premisas Consulares y Diplomáticas de 1987.

La ley fue aprobada entonces bajo un trasfondo muy diferente: después de que una policía británica recibiera un disparo durante una manifestación de los seguidores del ex dictador Muamar Gadafi desde la embajada libia en Londres, los funcionarios británicos rodearon durante días el edificio.

Entonces, Reino Unido expulsó a todos los diplomáticos y suspendió las relaciones con Libia.

Y ante esa situación tuvo que aprobar una normativa que le permitiera entrar en un bien inmueble diplomático abandonado. Además, era necesario prohibir actividades terroristas en embajadas extranjeras, algo que viola la ley británica.

UNA DECLARACIÓN PELIGROSA La declaración difundida por el Ministerio de Exterior de que la ley le permitiría también en el caso Assange levantar el estatus extraterritorial de la embajada es peligrosa, según los expertos legales.

Porque en este caso no ha habido ni un abandono de la embajada ni puede hablarse de un peligro de terrorismo.

CONVENCIÓN DE VIENA DE 1961 Y el anuncio contradice la Convención de Viena de 1961, que contempla que una representación diplomática en el extranjero es intocable para el país anfitrión.

Según el artículo 22 de dicha convención internacional, los locales de la misión son inviolables; los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión.

Los diplomáticos temen además que en el caso de que las autoridades británicas entren en la embajada ecuatoriana, den un mal ejemplo para otros Estados y pongan en peligro incluso la seguridad de las embajadas británicas en determinados países