El caso por el que Rafael Correa tiene orden de captura

La noticia viene provocando un maremoto político en Ecuador. La justicia de ese país ordenó este martes prisión preventiva contra el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien gobernó desde el 2007 hasta el 2017, y que ahora reside en Bélgica.

El principal motivo de su orden de captura es su presunta vinculación con el secuestro de un opositor en Colombia en el 2012 llamado Fernando Balda. 

Fernando Balda es un conocido crítico del ex presidente Correa. Él  denunció hace seis años haber sido secuestrado, pero no ha sido hasta principios de este año cuando la Fiscalía inició una investigación reservada y solicitó las primeras versiones.

Por este caso, tres antiguos miembros de la inteligencia ecuatoriana fueron procesados. El siguiente de la lista era el ex presidente Rafael Correa. 

Desde las acusaciones de su presunta vinculación, el ex mandatario calificó estas como una "farsa" inventada para sacarlo del mapa político. 

"Me quieren fuera del mapa político porque ese conjunto de mediocres sabe que nunca me va a poder vencer", dijo Correa en una entrevista con Efe en Bruselas, en alusión al Gobierno de Moreno.

Por la fuerte denuncia en su contra, Rafael Correa enfrentaría cargos de hasta seis años - por el delito de asociación ilícita - de acuerdo al código penal ecuatoriano.

De tratarse de su participación o autoría intelectual de secuestro con fines políticos, como arguye la defensa de Balda, el ex presidente no podría solicitar el asilo en Bélgica, puesto que se trata de un crimen de lesa humanidad imprescriptible. 

--- El caso ---

Los hechos se remontan al 2012, cuando Fernando Balda se había refugiado de la justicia ecuatoriana en Colombia por una demanda de injurias al Gobierno. 

En Colombia sufrió un intento de secuestro del que responsabiliza directamente a Correa.

Balda sostiene que cuando estaba en Bogotá en el 2012 cinco personas lo subieron a la fuerza a un automóvil, aunque la policía colombiana interceptó el vehículo y frustró el secuestro.

"Está demostrado que las órdenes vinieron de la Presidencia de la República y pasaron por el Ministerio del Interior", afirmaba Fernando Balda con contundencia en una entrevista a la agencia EFE el 20 de junio. 

Las presuntas pruebas que habrían hundido al ex presidente se basan en correos entre los autores materiales y la Presidencia ecuatoriana, y depósitos realizados a la Secretaría de Inteligencia.

Fernando Balda contó que su secuestro fue perpetrado por un grupo delictivo colombiano contratado por los servicios de inteligencia ecuatorianos, y estos respondían a las órdenes de Correa.

La defensa de Correa afirma que el hecho de que los mandos medios de la Inteligencia puedan estar implicados en un caso, por el que ya hubo un juicio en Colombia, no significa que la orden viniera del ex presidente.

Además estos mismos señalan que todo esto se trata de una venganza de aquellos círculos de derechas y económicos que se vieron afectados por las políticas de Correa.

--- El génesis del odio ---

Fernando Balda denunció en el pasado supuestos casos de corrupción que llegaron a vincular a la Presidencia.

Un día fue demasiado lejos.

"Creo que mi pecado fue el haber metido (el dedo) en la llaga", se refirió en una entrevista sobre una denuncia que hizo por un canal de televisión acerca del espionaje a políticos de oposición y periodistas, lo que le valió en el 2011 la condena por calumnias.

Ante el temor de ir a la cárcel, se exilió en Colombia, donde pasó, antes del secuestro frustrado, por un intento de deportación impulsado por la inteligencia ecuatoriana, incluso sin el conocimiento del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

El presidente colombiano, tras distanciarse de Álvaro Uribe - con quien Balda se codeaba -, acabó entregándolo a Rafael Correa a finales del 2012.

Desde esa fecha, Fernando Balda pasó dos años en prisión en Ecuador por injurias no calumniosas contra el Estado. 

La denuncia por su secuestro la presentó por primera vez en el 2013 desde prisión, pero con el cambio de Gobierno en el 2017, y la entrada en funciones de otro fiscal recién iniciaron las pesquisas.

El nuevo entorno político permitió que se desclasifiquen documentos cruciales de los organismos de seguridad. Es así que Rafael Correa llega a las cortes y termina con una orden de captura por incumplimiento de una orden cautelar. 

"Lo he dicho desde el principio: mi caso no es el único. Yo soy un sobreviviente. A otros sí los asesinaron", sostenía Balda semanas antes.