El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo hoy que mantendrá su neutralidad y acatará las leyes en el caso de la controversial destitución del alcalde de Bogotá que fue decidida por el procurador general y que debe ser avalada por el mandatario.

El procurador general, Alejandro Ordoñez, destituyó la semana pasada al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, por irregularidades en el manejo de la recolección de la basura y lo inhabilitó para ejercer cargos públicos por 15 años, un golpe a uno de los líderes más destacados de la izquierda.

El alcalde, quien calificó de arbitraria y como un abuso de poder la decisión del procurador de destituirlo del segundo cargo político más importante de Colombia después de la presidencia, anunció que apelará el fallo y que acudirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

El Procurador sabe que no voy a tomar partido a favor de él, y el señor alcalde también sabe que no voy a tomar partido a favor de él. Yo tomo partido a favor de las instituciones y de las leyes, afirmó Santos a W Radio antes de entrevistarse con Petro, quien previamente había dicho que es el mandatario quien debe decidir si continúa o no en su cargo.

RESPETAR LA CONSTITUCIÓN Pero de acuerdo con el Gobierno, el presidente no puede validar ni invalidar la decisión del procurador, sino limitarse a ejecutarla, según lo establecido por la Constitución.

Desde un principio, yo tomé una posición muy clara: las decisiones de los órganos del control, de la justicia, el Ejecutivo y su cabeza, que es el Presidente de la República, tienen que acatar esas decisiones. Ahí no podemos controvertir o no podemos dejar de cumplir las decisiones del poder judicial y los organismos de control, explicó Santos.

El mandatario, quien buscará su reelección en los comicios del 2014, también se reunió por separado con el procurador y con el fiscal general, Eduardo Montealegre, para hablar del caso de la destitución del alcalde que desató una controversia jurídica y política.

¿QUIÉN ES PETRO? Petro, a quien se considera un probable candidato a la presidencia en el 2018, cambió el modelo de recolección de basuras en Bogotá, que estaba a cargo de operadores privados, y entregó esa función a la Empresa de Acueducto, lo que provocó que la ciudad terminara inundada de desperdicios.

El alcalde de 53 años, un antiguo guerrillero del M-19 quien volvió a contratar el servicio de algunos operadores privados después de la crisis, convocó a movilizaciones y concentraciones en las que han participado miles de personas que se oponen a su destitución, que debe ser ratificada o reversada en las próximas semanas por el procurador.

En caso de que Ordoñez ratifique su decisión, Santos deberá ejecutarla y Petro quedaría por fuera de la política, poniendo fin a sus aspiraciones de llegar a la presidencia.