Una cámara de vigilancia captó la imagen: el edificio B2 del complejo administrativo de Petróleos Mexicanos (Pemex) se iluminó y pareció a lo lejos, por un segundo, que la explosión lo elevaba del suelo con sus más de diez pisos.

Algunos empleados creyeron que comenzaba un sismo, como los que suelen sacudir a Ciudad de México. Fue una explosión seca, o sea, se oyó seca, pero hubo un movimiento en el edificio. Creíamos primero que era temblor, relató una empleada a periodistas. Fue muy fuerte.

El resultado : al menos 25 muertos, un centenar de heridos, estructuras colapsadas, vidrios rotos, ambulancias, rescatistas buscando entre bloques de cemento con ayuda de perros, empleados llevando a compañeros semidesmayados en sillas de oficina por la calle.

Faltaban unos 15 minutos para las cuatro de la tarde. Algunos empleados habían salido a comer, otros estaban por terminar su jornada de trabajo. Hubo un apagón que dejó sin luz al edificio, situado junto a la enorme Torre Ejecutiva de Pemex, que tiene de 54 pisos.

Un hombre que quedó atrapado dentro pudo comunicarse por teléfono con su madre para avisarle. Otros no respondieron a las llamadas de familiares que los buscaban desesperados.

CAUSAS La causa de la explosión, ocurrida en la parte baja del edificio, se desconoce. Las primeras versiones, cuando sólo se hablaba de un herido, decían que se había originado por el sobrecalentamiento de un aire acondicionado o en una caldera.

El presidente Enrique Peña Nieto pidió evitar las suposiciones, en un país que se ha visto sacudido en los últimos años por actos de violencia, incluidos en 2007 atentados guerrilleros sin víctimas contra gasoductos de Pemex, el poderoso monopolio petrolero estatal.

Vamos a esperar los peritajes correspondientes, no caer en especulaciones sobre eventuales razones, pidió Peña Nieto.