Una turista inglesa de 57 años, identificada como Alison Meldrum, se suicidó ingiriendo 50 mililitros de un potente fármaco sedante (pentobarbital sódico) llamado Halatal.

Una carta escrita en inglés dejada en su habitación del hotel Marriot explicaba que la mujer tomaba esta decisión porque “estaba muy deprimida, no tenía hijos, esposo”, entre otros motivos.

El cadáver de Meldrum no presentaba signos de violencia. El fiscal de turno y un representante del Instituto de Medicina Legal ordenaron el traslado de los restos mortales a la Morgue Central de Cusco.

Los camareros fueron quienes hallaron el cadáver de la turista, que permanecía en aquel hotel desde el 18 de febrero.