Una ola blanca invadi este domingo la colombiana ciudad de Ccuta, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.

►Ms de 35 mil venezolanos cruzan a Colombia para comprar comida

Era una ola de camisetas y camisas blancas, que se haban puesto hombres y mujeres que, con algo de desconfianza, llegaron hasta el puente Simn Bolvar, tras el anuncio del gobierno venezolano de que se abrira la frontera por 12 horas.

Fue la primera vez que se autoriz el libre paso de peatones por la frontera desde el 19 de agosto de 2015.

Ese da el presidente Nicols Maduro de Venezuela decret el cierre de la frontera (de 2.200 kilmetros), argumentando que dejarla abierta implicaba un riesgo de seguridad por la presencia de paramilitares como los llam l colombianos en el territorio de su pas y que por all salan de contrabando productos bsicos en una Venezuela cada vez ms golpeada por la escasez.

Y en la ola blanca estaba Marilyn Bautista, de 39 aos. Vena desde San Cristbal, desde donde viaj bien de madrugada durante una hora para llegar a San Antonio, ciudad vecina de Ccuta, en la que entr temprano, a las 6 de la maana, cuando abri el paso fronterizo.

Me enter por las redes sociales, despus busqu el comunicado oficial y me arriesgu a venir, me dijo.

Buscaba un tratamiento para su hija menor y bienes bsicos que no estaba encontrando en Venezuela.

Esta semana me levant a las 4 de la maana, fui, hice mi cola y nada, no consegu nada, me cont.

Marilyn no haba pisado Colombia desde que la frontera se cerr, aunque en la misma operaba un corredor humanitario que permita el paso de estudiantes, ciertos trabajadores y personas con necesidades de salud.

Pero finalmente pudo hacerlo este domingo. Ella y decenas, luego cientos y finalmente miles de venezolanos, en sus nveos ropajes.

Las camisetas blancas estn asociadas en Venezuela a Lilian Tintori, la esposa del opositor encarcelado Leopoldo Lpez.

Das atrs un grupo de 500 mujeres vestidas de blanco haba cruzado la frontera por un paso algo ms al norte, venciendo la barrera de las autoridades.

Desde el gobierno se las acus de estar vinculadas a la oposicin.

Pero este domingo se lo pregunt a muchos de quienes cruzaron la frontera y me insistieron que no, que el blanco lo portaban para dar a entender que se trataba de gente pacfica.



- Horario extendido -

Desde la maana y hasta las 4 de la tarde ya haban cruzado al menos 35.000 personas a travs del Puente Simn Bolvar y del Puente Francisco de Paula Santander, que conectan Norte de Santander (Colombia) y Tchira (Venezuela), segn otro Bautista, Vctor Bautista, del Plan Fronteras de la Cancillera de Colombia.

Se supona que la apertura durara hasta las 18 horas (de Venezuela).

Pero en estas ocasiones y en esta frontera la informacin puede convertirse en una cosa plstica.

Los venezolanos que llegaron ms temprano aseguraban que les haban dicho que se cerrara a las 14:00hs. Con las horas, el panorama se revirti y el horario se extendi.

Hubo quienes viajaron por ms de veinte horas desde regiones alejadas de Tchira para cruzar la frontera este domingo.

Por el volumen de gente se esperaba que el paso cerrara a las 20:00hs, pero Vctor Bautista le dijo a BBC Mundo que iran evaluando la situacin y la apertura poda llegar extenderse hasta el final del da.

Una horas despus de que se habilitara el paso por el Puente Simn Bolvar se abri tambin otro hacia el sur, el Puente Jos Antonio Pez, entre entre El Amparo (Estado Apure, Venezuela) y el Municipio de Arauca (departamento de Arauca, Colombia).

Carlos Luna, presidente de la Cmara de Comercio de Ccuta, es un defensor de la apertura de la frontera.

Aunque prefiere que sea de forma ms ordenada.

Cree que el lunes seguirn llegando venezolanos a su ciudad.

Eso va a ser in crescendo en estos das.

Es algo que ayuda a Ccuta al reactivar el comercio tras 11 meses de afectacin, pero que puede salirse de las manos.

Si se vienen 500.000 personas esto puede colapsar, dijo.

- Ganancias - Por lo pronto sus afiliados habrn hecho un gran negocio este domingo; en especial las tiendas, supermercados, algunos comerciantes, transportistas y todos los que ofrecen servicios asociados a la compra de mercado.

Gladys Navarro, gerente de Fenalco en Ccuta, me dijo que en algunos comercios se registr un 190% ms de ventas que en un domingo normal desde que se cerr la frontera.

No solo los comerciantes formales se han beneficiado, sino tambin los informales.Como los hombres que ofrecen cargar las bolsas ms grandes con carritos (a 2.000 pesos el viaje; US$0,70) y los que venden bolsas de plstico duro para cargar la compra sin que se rompa.

El da anterior a la apertura uno de esos vendedores, Camilo dijo que se llamaba, se me acerc con su gorra que deca Sorry Im dope (una frase sin traduccin precisa, tal vez perdn, estoy drogado).

Las bolsas las tena a 6.000 u 8.000 pesos colombianos (US$1-2, el domingo ya se conseguan ms baratas).

Me dijo que las bolsitas eran para disimular, para que no lo descubrieran, porque en realidad su negocio era cruzar gente entre Colombia y Venezuela.

Son el gancho para poder pasar pasajeros.

Me dijo que poda llevarme por 60.000 pesos (US$20) en su pequea moto Bwiz gris, a travs de las trochas (decenas de pasos ilegales que unen al departamento de Norte de Santander en Colombia y al Estado Tchira en Venezuela).No hicimos negocio.

Ese mismo da estaba en el puente una pequea mujer que no me quiso dar su nombre, aplastada por una enorme bolsa azul, de esas que venda Camilo para disimular.

La baj y me cont: es una venezolana de 42 aos que tiene una hija en Ccuta, quien le hizo una compra para que pueda dar de comer a sus tres hijos, con quienes vive sola.

Qued desempleada de su trabajo como ayudante de zapatera: Como no hay materia prima, no hay trabajo.

Y los das en que tiene autorizada la compra de productos subsidiados en Venezuela, los lunes, no encuentra nada en la tienda.

Se consigue jabn pero quin va a comer jabn, dijo.

Este sbado fue la primera vez que cruzaba desde el cierre de la frontera. Rog y rog para que hicieran la excepcin y la dejaran llegar al centro del puente, donde la hija le dio la pesada bolsa.

Al da siguiente miles pudieron hacer lo mismo que ella.

- Para todos -

Sigan los venecos, aqu hay comida para todos!, grita un vendedor en el centro de Ccuta al paso de la ola blanca.

Felices de ver tanta comida junta, dice una mujer venezolana, embelesada ante los anaqueles repletos de supermercados y tiendas.

Me gast 100.000 pesos (unos 40.000 bolvares) y me dura para menos de 15 das, en mi casa somos cinco, me dice Gloria Archila mientras vigila sus tres bolsitas de compra en la puerta de un supermercado abarrotado de camisetas blancas.

Igual le rinde, asegura, con una sonrisa: en Venezuela le toca comprar muchas veces bachaqueado (contrabando interno en Venezuela) y con la misma plata no llena ms que una bolsa.

Se acababa el arroz y sacaban ms arroz, no decan que no haba, cuenta sobre su experiencia de compra Isabel Castro. No se acababa nada!. Est comparando con los vacos estantes en las tiendas de su pas.

El mantra se repite con cada persona a la que le pregunto: arroz, aceite, harina, azcar; arroz, aceite, harina, azcar; arroz, aceite, harina, azcar

Tambin papel higinico, toallas sanitarias y alguna cosa ms.

Ms nunca volv a conseguir all toallas sanitarias, me dice Marilyn frente a un estante de supermercado repleto de toallas sanitarias de todos los tipos y colores.

Champ y desodorante no compran tanto los venezolanos; los quieren, los miran en los anaqueles, pero al final no los llevan.

Les resultan muy caros.

- Bolvar desplomado -

Dando cuenta del limitado poder de compra de los venezolanos que llegaron de la frontera, un vendedor callejero se queja: Limpios los mand Maduro a estos venecos!.

El bolvar se desplom en los ltimos aos frente al peso colombiano.

En 2010 con 10.000 bolvares se compraban 3 millones de pesos, recuerda Juan Fernando Gonzlez, quien encabeza Asocambios, la asociacin de cambistas de Ccuta.

Hoy 10.000 bolvares compran 25.000 pesos.

Isabel Castro, por ejemplo, tiene un sueldo 15.000 bolvares por mes. Hay champs que valen ms de lo gana.

En una casa de cambio hay media cuadra de camisetas blancas. Una de ellas la viste un hombre que dice entre carcajadas: Vinimos a traer la costumbre de la cola.

Otra mujer en la blanca fila no se re: Lo que ms lstima me dio es que entregu una pila de billetes y me dieron tres billetitos.

- Me pona la piel de gallina -

Dicen que en Ccuta los precios los aumentaron, dice una mujer en una buseta que va desde el centro de Ccuta hasta el puente fronterizo.

Pero igual le result mejor que comprar bachaqueado, asegura.

La buseta va cargada totalmente de pasajeros venezolanos, de blanco casi todos, que intercambian sus experiencias, sus frustraciones, sus sentimientos. A veces hay desacuerdos.

Cuando alguien comenta que se encontraban productos venezolanos en Ccuta, productos contrabandeados, Isabel Castro, que est en la buseta, se enoja: Yo llevo puro producto colombiano.

No es la nica. En las tiendas, cuando algn venezolano vea a otro mirando productos contrabandeados, lo amonestaba con la mirada o incluso con la palabra.

Cuando la buseta se acerca al puente, donde hay un operativo de polica que reforz la seguridad con unos 50 efectivos, Isabel cuenta que le llam la atencin el trato de los uniformados colombianos, en comparacin al maltrato al que est habituada por parte de la Guardia Nacional en Venezuela.

Buenos das, bienvenidos, decan los policas. Me pona la piel de gallina, me dice. En otro asiento de la buseta est Marilyn, quien finalmente llen un par de bolsas plsticas, blancas como su camiseta, con algo de comida, papel higinico, toallas sanitarias.

No consigui el tratamiento para la hija, pero seguir insistiendo a las autoridades venezolanas para que se lo provean y volver a Colombia a comprar provisiones apenas vuelvan a permitir el paso por la frontera.

Tal vez maana o esta misma semana.

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