(Foto: Reuters)
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Redacción EC

Un tribunal marroquí ha condenado a penas de hasta diez años de cárcel a tres jóvenes por tratar de violar a una menor de 16 años y grabar y difundir las imágenes de la agresión, una pena sin precedentes en para una violación no consumada.

"Es la primera vez que sucede algo así, ya que este tipo de agresiones siempre recibían condenas menores", comentó a Efe Omar Arbib, que, como representante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, ha hecho un seguimiento del juicio, que concluyó en la noche de ayer jueves.

La pena más dura pronunciada por el Tribunal de Apelación (diez años de prisión firme) ha sido para el autor de la agresión, de 21 años, mientras que su compañero fue condenado a ocho años por grabar la escena con su teléfono y difundir las imágenes y un tercer miembro del grupo cumplirá dos años por no denunciar el crimen tras recibir el vídeo en su móvil.

"Probablemente ha sido la conmoción causada en la opinión pública la que explica la dureza de la sentencia, ya que las imágenes resultaron muy chocantes para la sociedad", dijo por su parte Najia Adib, que preside la asociación "No toques a mis hijos" de lucha contra la pederastia.

El vídeo saltó a la luz pública a fines de marzo (aunque parece que había sido grabado en enero): en él se ve a la niña Jaula, de 16 años, tendida en el suelo mientras el joven Yasín la inmoviliza y la comienza a desnudar bajándole los pantalones, indiferente a los alaridos de la muchacha, que se escuchan en la grabación.

Llama la atención la mochila que Jaula lleva a la espalda, y que parece indicar que regresaba del instituto con sus libros cuando fue asaltada en un terreno abierto y a plena luz del día.

La niña declaró en el tribunal que no era la primera vez que Yasín la intentaba forzar, sino que ya lo había hecho en dos o tres ocasiones más, siempre a su salida del instituto, según relató Arbib a Efe.

"(Jaula) está deprimida y sin ningún tipo de asistencia médica y social", lamentó Arbib, que recordó que la continua mención a los hechos en los medios y la difusión de las imágenes la están afectando profundamente, y máxime en un medio conservador como el suyo, en una zona rural del centro de Marruecos.

La agresión a Jaula no es la primera ni la única, pero tiene de particular que ha sido filmada y sus imágenes dieron la vuelta a todo el país, generando una enorme conmoción, tanta que obligó a la Policía marroquí a movilizarse de inmediato y tardó apenas 24 horas en atrapar a los agresores tras la difusión de las imágenes.

El caso se suma a otro suceso parecido registrado en agosto del año pasado en Casablanca, y que también se convirtió en un fenómeno viral en las redes.

En aquel caso, una pandilla de adolescentes intentaban violar a una joven discapacitada entre risas en un autobús de línea que estaba en marcha en la ciudad en Casablanca en pleno día, mientras uno de ellos lo filmaba todo.

La joven, de 24 años, les rogaba que le dejaran irse y solo fue soltada por ellos ante sus chillidos, todo ello ante la aparente pasividad del conductor del vehículo y los pasajeros.

Tanto uno como otro caso han puesto sobre la mesa la facilidad con que niñas y jóvenes son asaltadas en plena calle y la impunidad en que suceden los hechos, mientras que su difusión en las redes sociales está haciendo cambiar las cosas ante el escándalo generado.

"Las mujeres se plantean mil veces cómo deben vestirse, la hora en la que tienen que salir o los barrios que deben visitar en horas determinadas antes de estar en la calle", comentaba recientemente a Efe Saida Idrisi, presidenta de la Asociación Democrática de Mujeres de Marruecos.

"Esperemos que a partir de este juicio las cosas cambien -dijo Arbib- Es verdad que la difusión por internet ha supuesto una gran presión (para el tribunal), pero lo importante no es el ruido mediático, sino que estos hechos no se vuelvan a repetir", concluyó.

Fuente: EFE

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