El papa Francisco se despide de Egipto rodeado de miles

El papa Francisco se rode de miles de catlicos egipcios en la segunda y ltima jornada de su visita a El Cairo, en una misa en un estadio de la capital que constituy su nico bao de masas de este viaje.

La minora catlica egipcia, en torno a las 250.000 personas en un pas cuyos casi 90 millones de habitantes son mayoritariamente musulmanes y donde los cristianos predominantes son los coptos ortodoxos, celebr a su papa en un acto multitudinario.

Si el primer da de su viaje, el viernes, lo destin a los contactos con lderes musulmanes y de la Iglesia copta ortodoxa, adems de acudir a un acto oficial con las autoridades egipcias, Francisco se dedic a cuidar a la minora catlica.

Ante unos 15.000 miembros de sta, procedentes de varios lugares de Egipto, el pontfice argentino envi en su homila un mensaje de rechazo del extremismo.

[El nico extremismo que se permite es el de la caridad]

Sus palabras daban continuidad al rechazo de la violencia que expres el viernes en la conferencia internacional de paz que copresidi junto al lder musulmn sun, el jeque Ahmed al Tayeb, rector de la Universidad de Al Azahr, centro teolgico esencial de esa rama del islam.

El papa salud desde el nico vehculo descubierto que utiliz en este viaje un carro de golf al que subi acompaado del patriarca copto catlico, Ibrahim Isaac Sedrak a los miles de fieles que le esperaban desde primera hora de la maana en el estadio 30 de junio bajo un fuerte sol.

A Dios solo le agrada la fe profesada con la vida, porque el nico extremismo que se permite a los creyentes es el de la caridad, dijo el papa en su homila en ese lugar.

Cualquier otro extremismo no viene de Dios y no le agrada, advirti Francisco ante un auditorio al que inst a no tener miedo a amar a todos, amigos y enemigos, porque el amor es la fuerza y el tesoro del creyente.

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Las palabras del papa se escucharon cuando se cumplen exactamente veinte das de los ataques terroristas contra iglesias coptas en el norte de Egipto que causaron la muerte de 46 personas y al da siguiente de exhortar a lderes religiosos, en su mayora musulmanes, a expresar un no fuerte y claro a la violencia.

La verdadera fe es la que nos hace ms caritativos, ms misericordiosos, ms honestos y ms humanos; es la que anima los corazones para llevarlos a amar a todos gratuitamente, sin distincin y sin preferencias, aadi Francisco en su alocucin.

E insisti en su mensaje de paz a quienes son diferentes de uno mismo: la fe, dijo, nos hace ver al otro no como a un enemigo para derrotar, sino como a un hermano para amar, servir y ayudar.

En su homila el papa dijo que de nada sirve la religiosidad si no est animada al menos por igual fe y caridad y advirti contra guardar las apariencias, porque Dios detesta la hipocresa.

[Francisco llega a El Cairo, Egipto, en una visita arriesgada]

Para Dios, es mejor no creer que ser un falso creyente, un hipcrita, exclam el papa.

La misa fue el acto principal de la jornada y despus de la celebracin eucarstica el papa mantuvo un almuerzo con obispos egipcios.

Luego particip en un encuentro con clero, religiosos y seminaristas antes de partir de regreso a Roma.

A ellos les dijo Francisco: Os tendr siempre presentes en mi corazn y en mis oraciones. nimo y adelante.

Los coptos catlicos que son los mayoritarios dentro de la comunidad catlica egipcia comparten con los coptos ortodoxos la liturgia alejandrina y la posibilidad de que los hombres casados accedan al sacerdocio, y son la comunidad catlica ms numerosa del pas.

[Le pedira al papa un poquito ms de atencin a Venezuela]

En su discurso ante el patriarca Sedrak y los religiosos y seminaristas catlicos el papa advirti contra la tentacin del faraonismo, que es como defini a la actitud de endurecer el corazn y cerrarlo al Seor y a los dems.

Es, agreg, tener la presuncin de dejarse servir en lugar de servir.

A los reunidos les reconoci que tienen motivos para desanimarse entre numerosos profetas de destruccin y de condena, de tantas voces negativas y desesperadas, pero les inst a no dejarse arrastrar por la desilusin y el pesimismo.

A continuacin, el papa se traslad al aeropuerto, adonde fue a despedirle el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, y parti de regreso a Roma.

Fuente: EFE

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