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Redacción EC

En una extraordinaria declaración después tomar la radiodifusora estatal y en una noche de desconcierto, el ejército de intentó el miércoles asegurarle al país que “esto no es un golpe militar” y que, aunque el presidente Robert Mugabe está sano y salvo, las fuerzas armadas van tras “los criminales a su alrededor” que han hundido al país en la desolación económica.


“Tan pronto como cumplamos nuestra misión, esperamos que la situación volverá a la normalidad”, dijo un portavoz del ejército, quien pidió a las iglesias que rezaran por el país.

El ejército tomó el control de la Zimbabwe Broadcasting Corporation, de propiedad estatal, el martes por la noche, y un portavoz del ejército hizo la declaración al aire el miércoles en la madrugada.

Durante la noche se escucharon al menos tres explosiones en la capital, Harare, y se vieron vehículos militares en las calles después de que el comandante del ejército amenazó con “intervenir” para calmar las tensiones políticas en torno al posible sucesor del presidente, de 93 años de edad. El partido gobernante acusó al oficial de “conducta traidora”.

Mugabe dirige Zimbabue con mano de hierro desde la independencia del país en 1980. Anunció que volverá a presentarse en el 2018 para un nuevo mandato a la cabeza de este país, sacudido por una grave crisis económica y financiera.

La embajada estadounidense cerró al público y alentó a los ciudadanos a resguardarse al citar “la incertidumbre política a lo largo de la noche”. La embajada británica emitió una advertencia similar al declarar “reportes de actividad militar inusual”.

Por primera vez se observa en esta nación del sur de África una disputa abierta entre el ejército y Mugabe, quien ha estado al frente del país desde que se independizó del dominio de una minoría blanca en 1980. Desde entonces el ejército ha sido un pilar clave de su gobierno.

Se desconocía dónde se encontraban Mugabe y su esposa a primeras horas del miércoles. “Su seguridad está garantizada”, se afirmó en el comunicado militar. Según reportes, el mandatario asistió el martes a su reunión semanal del gabinete.

“Queremos dejar sumamente claro que no se trata de un golpe militar”, dijo el ejército en su comunicado. “Solo vamos tras los criminales alrededor (de Mugabe), que están cometiendo delitos que provocan sufrimiento social y económico en el país, para llevarlos ante la justicia”.

The Associated Press vio a soldados armados que agredían a los transeúntes durante la madrugada en Harare. También se observó a soldados cargando municiones cerca de un grupo de cuatro vehículos militares. Las explosiones se escucharon cerca del campus de la Universidad de Zimbabue.

Los hechos ocurrieron varias horas después de que la AP viera tres camiones militares de transporte de personal con varios soldados, dirigiéndose en caravana rumbo a los cuarteles ubicados justo afuera de la capital.

Mugabe es el decano de los jefes de Estado en activo. Bajo su régimen autoritario, el país africano se empobreció y desde principios de los años 2000 lidia con un desempleo masivo (cerca del 90% de la población activa) y falta de liquidez que retrasa el pago de salarios a los funcionarios.

Fuente: AP/AFP

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